El director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, el teniente general Laurentino Ceña, ha presentado su dimisión al ministro Fernando Grande-Marlaska. La dimisión llega al día siguiente del cese del coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de Madrid por "pérdida de confianza" tras el informe sobre la manifestación del 8-M. Ceña fue el rostro visible del cuerpo armado durante la crisis del coronavirus, hasta que dio positivo por la enfermedad.

Según fuentes de la Guardia Civil, la renuncia está directamente vinculada con el cese de Pérez de los Cobos, una destitución que le fue comunicada este domingo y hecha pública ayer. Ceña, de 65 años, estaba a punto de jubilarse, pero decidió continuar en el cargo después de estallar la crisis del coronavirus en España, donde se convirtió en uno de los rostros visibles de La Moncloa. La destitución ha generado malestar en el cuerpo.

Laurentino Ceña era director adjunto operativo de la Guardia Civil desde hace más de un año y medio, cuando fue nombrado por el ministro Fernando Grande-Marlaska. Según establece la ley, deberá ser el ministro quien designe el nuevo cargo.

El informe del 8-M

El detonante del cese de De los Cobos: la causa abierta en un juzgado de Madrid contra el Gobierno que relaciona la manifestación del 8-M con la propagación del coronavirus. La jueza encargó la investigación penal a la Guardia Civil, que De los Cobos ocultó a sus superiores por orden de la magistrada. Tanto el contenido "subjetivo" de este documento como su conocimiento a través de una filtración a los medios son los motivos que hay detrás de la destitución fulminante.

¿Qué decían las diligencias de la Guardia Civil? Que el Gobierno tenía información de la gravedad de la pandemia antes de la manifestación del 8-M. Concretamente apunta contra el doctor Fernando Simón, director del Centro de Emergencias Sanitarias, que suspendió un congreso evangélico tres días antes de la protesta feminista. En cambio, concluye el informe, La Moncloa no hizo nada ni para evitar esta concentración multitudinaria ni otras, como el congreso de Vox en el palacio de Vistalegre. También recuerda que la Organización Mundial de la Salud había advertido del riesgo de los actos multitudinarios el 14 de febrero.