El PSC cierra la ronda. El Govern se ha reunido este lunes por la tarde con los socialistas para abordar los presupuestos de 2023, en un encuentro que se ha alargado una hora y cuarto, y que ha estado marcada por un "tono cordial". A pesar de las críticas de los de Salvador Illa al Govern de Aragonès durante las últimas semanas, el PSC ha valorado como "positiva" esta "primera toma de contacto" que ha servido para conocer el marco presupuestario que plantea la Conselleria de Economia. "No obstante, queda mucho camino por recorrer y habrá que apretar mucho el acelerador para que Catalunya pueda disponer de un nuevo presupuesto en un plazo razonable", han advertido las fuentes socialistas, lamentando que el ejecutivo haya rechazado tener las cuentas listas el 1 de enero. Con todo, y una vez más, la delegación del PSC ha reiterado su predisposición a abrir una negociación "sincera, responsable, realista y honesta". Por su parte, el Govern ha querido restarle importancia y la ha enmarcado en la normalidad de los encuentros que ha conducido con otros partidos, remarcando que la prioridad es contar con el apoyo de Junts y los comuns.

Una reunión que, a pesar de hacerse a puerta cerrada, no se ha producido en la absoluta incógnita con la que el Govern ha conducido la mayoría de encuentros con los partidos estas últimas semanas. Y es que esta misma mañana la portavoz socialista, Èlia Tortolero, ha revelado en rueda de prensa los detalles más importantes, como que tendría lugar en el Palau de la Generalitat a partir de las 16.30 horas, y que participaría la portavoz al Parlament, Alícia Romero, el diputado Jordi Riba y la coordinadora del grupo parlamentario, Nelia Martínez, en nombre del PSC. Por parte del Govern, y como ha pasado en las dos reuniones anteriores con comuns y Junts por los presupuestos, estaban la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, y la de Economia i Hisenda, Natàlia Mas. Los socialistas han llegado al encuentro con la voluntad de "escuchar" al ejecutivo y conocer su proyecto. "Iremos a conocer cuál es este marco presupuestario sin hacer más propuestas", ha explicado Tortolero esta mañana.

 

El PSC, último en la lista

De esta manera ha cerrado el Govern de la Generalitat su primera ronda de contactos con los grupos parlamentarios que tienen que ayudar a ERC a aprobar los presupuestos del próximo año. Pere Aragonès avanzó esta intención a Salvador Illa en su primera reunión después de la ruptura del ejecutivo, y el miércoles pasado el Govern dio el pistoletazo de salida a los cónclaves con el encuentro con los comuns. No asistió Jéssica Albiach, pero fue "positiva", según fuentes gubernamentales, y "una primera toma de contacto de cara a los presupuestos y la legislatura" del ejecutivo monocolor de ERC, según fuentes de los comuns. Los lilas también aprovecharon para reiterar su posicionamiento sobre los ejes prioritarios de cara a las cuentas, centradas en la fiscalidad, el impulso de las renovables, un escudo social contra la inflación, y la vivienda.

Aquella misma tarde, Laura Vilagrà y Natàlia Mas coincidían con el equipo negociador de Junts formado por Mònica Sales, Joan Canadell y Jordi Munell en un contexto peculiar, teniendo en cuenta su salida precipitada, hace tan solo un mes del ejecutivo catalán. Desde entonces, ERC ha presionado a los antiguos socios para que acaben facilitando la tramitación de las cuentas, mientras que Junts todavía no ha revelado qué hará, más allá de enfriar expectativas. La intención del partido era conocer la orientación política de unos presupuestos que habían sido redactados fundamentalmente por el conseller Jaume Giró, y posteriormente retocados por los republicanos, aunque el extitular de Economia i Hisenda no participó en la reunión para no condicionar a los negociadores de Junts. El partido también quería conocer con qué apoyos contaba el Govern para aprobar las cuentas, y antes de entrar en la reunión pudo saber que la CUP volvía a situarse en la oposición y plantaba al ejecutivo.