Más problemas con la vacuna de AstraZeneca, promovida por la Universidad de Oxford. El ministro de la oficina del gabinete británico, Michael Cove, ha manifestado en una entrevista en la BBC, que el Reino Unido no compartirá los primeros 100 millones de dosis de la vacuna con la UE, y que los reservará sólo para residentes británicos.

Preguntado por esta posibilidad, Cove ha respondido con un "no" y ha añadido que el suministro de vacunas "que se han planificado, pagado y programado tienen que seguir". "No habrá ninguna interrupción en eso (...) nuestra prioridad sigue siendo vacunar a los más vulnerables en el Reino Unido", ha apuntado, cuando se le ha preguntado si se contemplaba la idea de enviar partidas a la UE.

La actitud defensiva del gobierno británico podría explicar algunas de las reacciones que ha tenido la empresa británico-sueca en los últimos días. AstraZeneca se retiró el miércoles de una reunión con la Unión Europea para hablar de suministros de vacunas, según informó la Comisión Europea. Los altos representantes de la UE exigían a la compañía que aportara más explicaciones sobre su anuncio de cortar las administraciones de vacunas durante el primer trimestre de este año. La polémica ya viene de hace días. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, llamó el lunes al consejero delegado de AstraZeneca para exigirle que cumpla con las fechas marcadas de acuerdo con el contrato.

De hecho, las entregas de la vacuna AstraZeneca / Oxford, después de dar luz verde el regulador europeo, son menores de lo que estaba previsto a causa de la caída "del rendimiento de una fábrica", según se excusa la compañía británica. Un anuncio que ha disparado las alarmas y se suma a las dificultades en la entrega de la otra vacuna de Pfizer-BioNTech. Por otra parte, Von der Leyen ha exigido mecanismos de transparencia para que las farmacéuticas tengan la obligación de notificar a las autoridades de los envíos a terceros países de las dosis de vacunas producidas al territorio europeo.

La comisaria de salud Europea, Stella Kyriakides, intenta replicar este retraso de AstraZeneca y ha rechazado la idea de la farmacéutica de que el Reino Unido deba tener prioridad sobre el resto de Europa, aunque hubiera firmado el contrato con AstraZeneca antes.

Coincidiendo con esta tensión entre el Reino Unido y la UE, un comunicado del Comité de Vacunas de Robert Koch Institut, el principal órgano de salud alemán, ha asegurado que no existen suficientes datos que indiquen que la vacuna sea efectiva en el segmento de la población de personas mayores. Por lo tanto, aconsejan que no se suministre a mayores de 65 años.

Analistas como Anton Losada lo han interpretado como una forma de negociar de Alemania. "Los alemanes sí que han entendido cómo hay que negociar con AstraZeneca", ha indicado.