Mismo delito y sentencias diferentes. Eso es de lo que se queja la diputada de la CUP Eulàlia Reguant en un tuit publicado en su cuenta de Twitter. "Es el sin sentido de la justicia", ha denunciado en las redes sociales. En el tuit, Reguant afirma que ella y Antonio Baños "estábamos procesados por un mismo delito, pero por dos tribunales diferentes que deciden sentencias diferentes". "La conclusión es la misma: no contestar al fascismo nunca puede ser considerado un delito", acaba su mensaje.

No obstante, la razón por la cual ha habido dos sentencias diferentes se debe al hecho de que Reguant es diputada. La justicia española decidió no imponer pena de prisión al anticapitalista por este motivo: "no hay razones para optar por la pena más grave prevista legalmente en este caso, que es el de prisión, no solamente porque se trata de una pena privativa de libertad, sino por sus consecuencias accesorias (inhabilitación especial por el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena), de manera que no se infringe el principio de proporcionalidad de la pena en relación con el derecho a la participación política que se invoca por parte de la defensa, ya que optamos por la imposición de la pena de multa". Es decir, que Reguant, como es diputada y la prisión siempre va acompañada de la inhabilitación, ha podido evitar meses de prisión a cambio de una multa económica.

El tuit de Eulàlia Reguant ha llegado unos minutos después de que se supiera que Antonio Baños había sido condenado por un juzgado de lo penal de Madrid a cuatro meses de prisión y de inhabilitación a cargo público por un delito de desobediencia por no haber querido contestar al abogado de Vox durante el juicio a los líderes independentistas catalanes, en el 2019 en el Tribunal Supremo. Reguant fue condenada la semana pasada por el mismo Supremo, pero para no afectar a su actual aforo de diputada en el Parlament le ha sustituido la sanción de prisión, que implica la inhabilitación, por una multa de 13.500 euros por los mismos hechos. Hay que tener en cuenta que la sentencia de Baños no es firme y puede presentar recurso a la Audiencia de Madrid.

Por otra parte, la magistrada del juzgado de lo penal 30 de Madrid asegura que Baños hizo una "incalificable chufla" en el juicio del Tribunal Supremo, ya que primero aceptó que Manuel Marchena le hiciera las preguntas, pero después se negó a contestar cuando se dio cuenta de que el juez español se limitaba a repetir las preguntas que formulaba Vox. Así pues, la magistrada considera que Baños se negó "de forma firme y persistente a acatar el orden del tribunal y a contestar las preguntas de la acusación particular".