La Fiscalía de Madrid ha presentado una querella contra la diputada Rocío Monasterio, la presidenta y portavoz de Vox en la capital, por un delito de falsedad documental, donde lo acusan de falsificar un visado del Colegio de Aparelladors mientras ejercía como arquitecta, según recoge El Mundo.

El pasado mes de enero, la Fiscalía recibió una denuncia por parte del partido madrileño Más Madrid contra Monasterio por diversas posibles falsedades documentales y estafas de Monasterio como arquitecta. A partir de aquí, el Ministerio Público inició una investigación donde han concluido que existen indicios suficientes en uno de los casos, vinculado a la reforma de un loft propiedad del presentador de televisión Arturo Valls, el único delito que todavía no habría prescrito.

Ya que Monasterio es una diputada autonómica, es el Tribunal Superior de Justicia de Madrid que tomará control de la investigación.

Falsificación de documentos

Según la denuncia de Más Madrid, en el 2005 una aparejadora que trabajaba en el estudio de Monasterio solicitó un visado al Colegio de Aparejadores de Madrid de manera legal y según el procedimiento. Arran de eso, entre 2011 y 2016 Monasterio habría solicitado una licencia fotocopiando la etiqueta que recibió a la aparejadora el año 2005 y haciéndola pasar por válida en un proyecto totalmente diferente.

Goteo de irregularidades

Desgraciadamente, este no es el primer escándalo en el cual Monasterio se encuentra rodea en relación con su oficio. Aunque no se sacó el título de Arquitectura ni se colegió en el Colegio de Arquitectos de Madrid hasta el 2009, Monasterio abrió su propio estudio, Rocío Monasterio y Asociados, el año 2000. Según El País, Monasterio figura como arquitecta en unos planos del 2003.

Además, elDiario.es reveló que Monasterio también firmó certificaciones de obra, que es un documento que acredita que se han ejecutado una serie de partidas (cementado, estructura, instalaciones...) conforme a lo que figura al proyecto de ejecución y al presupuesto. Según esta información, Monasterio firmó estas certificaciones en el 2004 (seguía sin estar colegiada) y lo hizo como "dirección facultativa". Una certificación de obra como dirección facultativa sólo la puede firmar un arquitecto o un aparejador, lo que supondría "unos hechos muy graves".

Por otra parte, Monasterio ha sido acusada una décima a veces de llevar a cabo reformas sin tener los permisos adecuados. Por ejemplo, el mismo Arturo Valls la contrató en el 2005 para reformar un local comercial y convertirlo en una vivienda tipo loft. Y así lo hizo, aunque, presuntamente, saltándose la ley, ya que nunca tramitó la licencia de obra correspondiente.

Foto principal: Rocío Monasterio, presidenta de Vox Madrid / Europa Press