El exministro de Transportes y otrora mano derecha de Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, acude este miércoles de nuevo al Tribunal Supremo para declarar por los presuntos "ingresos irregulares" que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) ha identificado en el marco de la causa que tiene abierta por el presunto cobro de comisiones a cambio de adjudicaciones públicas. El informe de la UCO señala 95.000 euros desembolsados por Ábalos, unos 21.000 de los cuales en gastos "personales" de una fuente de ingresos "no declarada". Así, se reflejan pagos en efectivo en sobres del PSOE. El juez, Leopoldo Puente, considera que el exministro y su entonces mano derecha, Koldo García, pudieran tener "ingresos irregulares y opacos (...) eventualmente fruto de la comisión de los graves ilícitos penales que se les atribuyen".
Por todo esto, una de las medidas que podría adoptar el juez tras la declaración de Ábalos es su entrada en prisión provisional, igual que le pasó al también exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, encarcelado desde hace meses como presunto cabecilla de una trama y ante el riesgo de alteración o borrado de pruebas. A diferencia de Cerdán, Ábalos, pese a ser también haber sido expulsado del PSOE, no renunció a su acta de diputado. Desde principios de 2024, Ábalos está integrado en el Grupo Mixto del Congreso, aunque ha estado votando siguiendo la disciplina de partido del PSOE pese a no formar parte ya de él. Ahora, sin embargo, ¿qué ocurre si el Tribunal Supremo decide enviarlo a prisión?
Sin actividad parlamentaria, pero manteniendo todavía el acta de diputado
En primer lugar, Ábalos dejaría de ejercer como diputado y perdería sus derechos y deberes como representante de la soberanía popular, tal como establece el artículo 21 del Reglamento del Congreso. Los tres requisitos son que la Cámara Baja haya concedido el suplicatorio para levantar su inmunidad parlamentaria (esto pasó en enero), que el diputado esté en prisión preventiva (que es lo que podría pasar hoy) y que la interlocutoria de procesamiento sea firme. Sobre esta última cuestión, hay debate jurídico: según han revelado fuentes de la Mesa del Congreso a El País, pese a que Ábalos todavía no está procesado, este requisito no sería necesario tratándose de un procedimiento abreviado.
Así, Ábalos sería suspendido y dejaría de poder votar, no podría participar en la actividad parlamentaria y dejaría de cobrar su sueldo como diputado. Sin embargo, seguiría manteniendo su acta de diputado. Así, si luego fuera liberado de la prisión preventiva, recuperaría sus derechos y deberes. Otra vía posible es que en caso de que el exministro decidiera renunciar a su acta de diputado antes de su declaración ante el juez, su caso volvería a la Audiencia Nacional y el proceso se alargaría.
La posibilidad de votar telemáticamente si la Mesa lo autoriza
Por otro lado, la reforma del Reglamento del Congreso que se aprobó hace tres meses, impulsada con el objetivo de poder expulsar a los activistas ultras que boicoteen las ruedas de prensa, incluía una ampliación de los supuestos en los que se puede ejercer el voto telemático. Y uno de ellos abría la puerta a que la Mesa, si no suspende a Ábalos como diputado, pueda aprobar que vote a distancia. Es el artículo 82.2.g, que estipula que la Mesa "podrá autorizar la emisión del voto por procedimiento telemático" en "situaciones excepcionales de especial gravedad que impidan el cumplimiento de la función parlamentaria debidamente justificadas".
Para conseguirlo, Ábalos tendría que "cursar la oportuna solicitud" mediante un escrito dirigido a la Mesa incluyendo la "justificación de que concurre alguna de las causas previstas". Bastará una "declaración responsable de la persona solicitante". La Mesa podrá "requerir información adicional" o "documentación que acredite el cumplimiento de los requisitos".
Un escaño menos, una situación aún más complicada para Sánchez
En cuanto a la cuestión política, ¿cómo afectaría un encarcelamiento de Ábalos a las mayorías parlamentarias? El escenario no está claro, porque hay diversas alternativas que podría tomar la Mesa del Congreso —en la que hay una mayoría de representación de los partidos que forman el Gobierno—. Así, la cámara podría decidir rebajar el número de diputados temporalmente a 349, de manera que el escaño de Ábalos no cuente y la mayoría absoluta pasaría a ser 175. Sin embargo, existe un precedente similar en el que finalmente esto no se hizo: cuando los cuatro diputados encarcelados por el procés en 2019 fueron suspendidos, la Mesa decidió que la mayoría absoluta siguieran siendo 176 de 350, decisión tomada por el PSOE, PP y Ciudadanos tras el informe de los letrados del Congreso. Ahora, la pelota está sobre la mesa de los partidos y de la Mesa del Congreso que preside Francina Armengol. En caso de que se mantuviera todo igual, la ausencia de Ábalos supondría un voto menos para el bloque de investidura que sostiene al Gobierno de Sánchez: en caso de abstención de Junts, cuyo voto es siempre imprevisible, dejaría la situación empatada a 171 escaños entre el Gobierno y sus socios habituales y las derechas.