Carles Puigdemont estaba hoy en Amberes donde ha participado en un homenaje al marqués de Rubí, Josep Antoni de Rubí i Boixadors, capitán de la Coronela de Barcelona que después de la caída de la ciudad y de Mallorca a manos de las tropas borbónicas, se exilió en Amberes donde fue gobernador de la fortaleza antes de morir en 1740.

Desde aquella ciudad flamenca, el president ha intervenido en la presentación del segundo volumen de sus memorias de estos últimos años, La lucha en el exilio. Con él, pero en Barcelona, participaban en la presentación el periodista Xevi Xirgu, coautor de la obra, la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, y el periodista Albano Dante Fachín, que ha actuado como maestro de ceremonias.

Potencialidad del exilio

Como no podía ser de otra manera, el exilio ha sido también el eje argumental del acto. Puigdemont ha querido aprovechar para agradecer a aquellos que les han apoyado en su exilio -"muy incierto al principio, de una precariedad que la gente no se puede imaginar"- y que han contribuido a qué se haya acabado convirtiendo en lo que ha descrito como "una herramienta de lucha política efectiva". "Tiene materialmente pocos recursos pero políticamente una gran potencialidad", ha asegurado.

Según el político gerundense su libro es "una reivindicación de eso". "Y de todo el trabajo que podemos llegar a hacer y que tenemos ganas de hacer", ha añadido.

Desde la primera fila en la librería Ona de Barcelona, con un aforo muy restringido por el coronvirus, seguían la presentación el presidente, Quim Torra, la consellera Meritxell Budó, y los consellers Damià Calvet y Jordi Puigneró. También estaba en la sala la exconsellera Meritxell Borràs y familiares de los presos políticos, además de representantes de JxCat.

Tensión en el independentismo

La presentación del libro no ha rehuido el debate por la tensión entre las fuerzas independentistas que refleja el libro. "¿Le da miedo que la gente no lo entienda"?, ha preguntado el periodista Albano Dante Fachín durante la representación. "Si me tenía que explicar sólo lo podía hacer de esta manera", ha explicado Puigdemont, que se ha mostrado convencido que el tiempo resituará las cosas.

Ha admitido que la forma de publicar la obra no es casual. "Este no es un libro amable. Empezando por mí mismo. No es un libro para pasárselo bien. Es una etapa cargada de dolor. En mi caso, una parte de incomprensión y ataque", ha confesado.

Puigdemont considera que si no hubiera publicado esta obra, como inicialmente había decidido, se habría acabado imponiendo "un relato que no es el correcto". "Si no hubiera habido este combate por la hegemonía negativa para explicar los hechos probablemente tampoco habría necesitado publicarlo", ha argumentado.

La llamada confrontación inteligente ha formado parte también de las preguntas del moderador. "Esta es una confrontación que no hemos decidido nosotros. El Estado español ha decidido confrontación, no negociación," ha explicado.

Puigdemont ha ironizado que ante la confrontación del Estado y al no tener "fortaleza ni fondos reservados para atacar al adversario, no queda más remedio que hacerlo con inteligencia". Este tipo de confrontación la ha descrito como la que plantearon en el Parlamento Europeo para tomar posesión del escaño, o la respuesta de la justicia belga al conseller Lluís Puig, o la decisión de la justicia alemana en su caso. "O como lo fue el 1-O. El Estado decidió que fuera una confrontación, nosotros decidimos un acto de democracia. ¿Qué hicimos? Responder con inteligencia", ha argumentado.