El principal diario japonés del archipiélago de Okinawa, The Ryukyu Shimpo, ha entrevistado este lunes al president en el exilio, Carles Puigdemont. A lo largo de la conversación se entreven similitudes entre Catalunya y la región japonesa, ambos "territorios ocupados en contra de su voluntad", tal como define el rotativo.
"Igual que la lucha continua entre el gobierno japonés y el condado de Okinawa por la construcción de una nueva base en Henoko, el gobierno español ha procesado a Puigdemont y a sus consellers para llevar a la justicia cuestiones políticas", destaca el diario en el primer párrafo.
El archipiélago japonés de Okinawa fue el escenario de una de las batallas más sangrantes de la Segunda Guerra Mundial. Durante 82 días al principio de 1945, se estima que 200.000 soldados y civiles murieron. Con el argumento de que es una zona estratégica, los Estados Unidos han llegado a establecer a lo largo del tiempo hasta 32 bases militares ―más del 70% de las instalaciones militares norteamericanas en Japón se concentran en Okinawa― que han sido utilizadas en guerras posteriores, como las de Vietnam, Corea, Irak y Afganistán.
Los japoneses han intentado borrar este pasado violento y han convertido la isla en un paraíso del océano Pacífico totalmente enfocado al turismo. Ahora bien, la presencia norteamericana se mantiene con la infraestructura militar activa y en contra de la voluntad de la población. La constatación de este descontento se puso de manifiesto el pasado mes de febrero, cuando el 72% de los ciudadanos de la jefatura de Okinawa votaron en contra de la recolocación de la base de Futenma en Henoko en un referéndum. Tanto el gobierno de los Estados Unidos como el de Japón ignoraron la oposición expresada en la consulta.
"Es una regla de la democracia respetar los resultados del referéndum", apunta Puigdemont en la entrevista, refiriéndose también a la crisis política entre Catalunya y España. Para el presidente catalán "es el deber del gobierno implicarse en el diálogo político" como también el deber de "hacer caso de la opinión de los ciudadanos".
Puigdemont también explica a la prensa japonesa que la comunidad internacional ha recomendado al gobierno español que garantice la independencia judicial. "El legado negativo que nos deja la dictadura española es que los intereses políticos y los tribunales continúan vinculados", sentencia rotundo el president.
El president en el exilio cita Okinawa en Japón y el Quebec en Canadá ―además de Catalunya― como regiones donde el derecho a la autodeterminación ha sido vulnerado por el gobierno central y destacado que "hay que trabajar conjuntamente para suprimir el Estado y decidir nosotros mismos el futuro''. Y cierra con un mensaje de ánimo: "Yo lo hice".