El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha denunciado censura en la rueda de prensa del presidente español, Pedro Sánchez, en el Palau de la Generalitat, y lo ha relacionado con el veto a la delegación de Junts en la mesa de diálogo.

"Primero vetan a Junts, que representa una parte muy importante de la sociedad catalana, y ahora impiden que la prensa catalana pueda hacer preguntas al presidente español. Y todo eso ha sucedido en el Palau de la Generalitat", ha indicado Puigdemont.

Puigdemont tuit

En la rueda de prensa de Sánchez, por indicaciones de la Moncloa sólo ha podido preguntar la prensa española y los periodistas catalanes no lo han podido hacer, con la única excepción de TV3. El presidente español ha concedido solo 5 turnos de preguntas a la prensa pero exclusivamente a periodistas que ya conoce venidos de Madrid, entre ellos el corresponsal de TV3, y escogidos a dedo. La situación ha sido criticada por varios periodistas catalanes.

El presidente español se ha ido a tomar un café con el líder del PSC, Salvador Illa, mientras en el Palau de la Generalitat estaba reunida la mesa de diálogo. Al final en la mesa han asistido Félix Bolaños, Yolanda Díaz, Miquel Iceta e Isabel Rodríguez, por la parte estatal, y Laura Vilagrà y Roger Torrent, por la catalana. Sánchez y el president de la Generalitat, Pere Aragonès, sólo han ido a la mesa para saludar a las dos delegaciones, y los dos han celebrado una reunión previa.

Después de comparecer en rueda de prensa, y antes de que lo hiciera Aragonès, Sánchez se ha marchado del Palau de la Generalitat mientras la mesa de diálogo estaba reunida y se ha trasladado a la cafetería El Fornet de la calle Pallars. El periodista de RAC1 Cesc Giró ha publicado varias fotografías del momento.

La conversación entre Sánchez e Illa ha durado 15 minutos. Sánchez se ha tomado un café con hielo, e Illa un té verde.

Sánchez ha trasladado en rueda de prensa dos ideas clave: las posiciones están "muy alejadas" y la mesa de diálogo tiene que trabajar "sin prisa pero sin pausa". Son las que ha querido trasladar Pedro Sánchez después de reunirse durante casi dos horas con el presidente Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat, antes de reactivar el foro de negociación entre el Estado y la Generalitat. Desde la galería gótica, el presidente del Gobierno ha vuelto a certificar su no las dos principales propuestas de la delegación catalana: el referéndum de autodeterminación y la ley de amnistía para los represaliados por el procés.

En rueda de prensa después del encuentro, el presidente español ya ha querido advertir, a pesar de la cordialidad, que las "posiciones están muy alejadas" y que eso requerirá tiempo. "Estamos alcanzando acuerdos sectoriales en múltiples ámbitos, pero tenemos posiciones muy diferentes en el ámbito de cómo resolver esta crisis", ha constatado el dirigente socialista. "Ni el referéndum ni la amnistía son posibles", ha asegurado, dejando claro que "el presidente del gobierno siempre respetará la legalidad democrática ni el orden constitucional". Ha ido más allá y ha advertido que "lo que sea España lo tendrán que decidir todos los españoles, no sólo una parte".

Ante eso, el presidente Sánchez ha insistido en su "agenda para el reencuentro", que ha entregado actualizada con los avances al president Aragonès. Esta agenda recoge hasta 44 demandas de los presidents Mas, Puigdemont y Torra a lo largo de la última década, menos la del referéndum. Unas demandas que "no han tenido más respuesta que el silencio" hasta ahora. Esta agenda, ha remachado, "amplía el horizonte", porque "no sólo aborda el futuro político de Catalunya, sino también ámbitos como las infraestructuras, el crecimiento económico, la educación, la sanidad o los servicios sociales".