El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha hecho público hoy su apoyo a la campaña #FreeAssange que tiene como objetivo pedir la libertad del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien fue arrestado en la embajada ecuatoriana en Londes el abril pasado, donde había pasado siete años bajo protección diplomática para evitar la extradición.

Aun así, después de una serie de desacuerdos, Assange fue entregado a la policía del Reino Unido con la cooperación del gobierno ecuatoriano.

La ONU advirtió el mes pasado que Assange estaría "expuesto a un riesgo real de violaciones graves de sus derechos humanos" si fuera extraditado a los Estados Unidos. Nils Melzer, el relator especial de las Naciones Unidas sobre tortura, acusó en Washington y otros gobiernos democráticos de sobrepasarse con Assange y pidió que se le diera más acceso a su equipo legal.

Assange también se enfrenta a cargos de violación en Suecia, pero este mes un tribunal sueco se negó a arrestar Assange en su ausencia, y decidió que no tendría que ser extraditado en Suecia, sino que sería cuestionado en el Reino Unido sobre las acusaciones de violación.