En el PSOE, cada uno dice la suya. Después de que el expresidente Felipe González haya acusado sin cortarse ni un pelo Pedro Sánchez de haberlo "engañado", y el líder socialista le haya respondido recordándole que "el 'no' a Rajoy lo acordó todo el PSOE", diferentes voces del partido han salido en tromba a defender o rechazar sus palabras. Ya es bien sabido que el partido está pasando de hace tiempo por una crisis interna importante, pero las declaraciones de sus representantes evidencian, cada día más, esta situación.

El primero en salir a la carga ha sido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha emplazado a Sánchez a pedir perdón a González por haberle "engañado", así como a aportar "un poco de claridad". Molesto porque el secretario general socialista no se ha puesto en contacto con él, ha dejado en el aire que los dirigentes territoriales del PSOE tienen "mucha suerte" porque con ellos sí que ha hablado.

Ahora bien. Page, para volver a llevar la contraria a Sánchez en relación a la convocatoria de un congreso federal y de unas primarias que lo ratifiquen –o no– como líder del PSOE, ha defendido que el partido tiene una "voz unánime" porque en diciembre del año pasado aprobaron una resolución sobre pactos en que se acordaba que el secretario general socialista podía intentar formar gobierno con Podemos y otros partidos de izquierdas si el PP fracasaba a la hora de conseguir una mayoría que le diera apoyo.

Cierta gravedad

El presidente valenciano, Ximo Puig, ha querido dejar claro que él no tiene constancia de que se produjera esta conversación entre Sánchez y González, pero se ha lamentado de que si esto es así "me parece que tiene cierta gravedad". La división interna que sufre el PSOE está obligando a sus dirigentes a pedir "diálogo y cohesión" y, en este sentido, Puig ha cargado sutilmente contra Sánchez porque, ha ironizado, "debe tener un interlocutor privilegiado para tomar las decisiones que está tomando".

Para el secretario de Política Institucional del PSOE andaluz, Francisco Conejo, el congreso "expreso" propuesto por Sánchez no es la solución y, como el presidente del País Valencià, ha abogado para que se celebre dentro del partido "un debate en profundidad" y ha vuelto a salir en defensa de una refundación del PSOE. "Es el momento de asumir responsabilidades por los resultados tan malos", ha soltado dirigiéndose en Sánchez, y ha añadido que "le toca a quien le toca".

Defensa incondicional

El portavoz del grupo en el Congreso y mano derecha de Sánchez, Antonio Hernando, ha negado rotundamente en Onda Cero que dentro de la dirección del partido haya habido nunca una posición en favor de la abstención y lo ha justificado recordando que en el último congreso del PSOE del pasado 11 de julio, todos los integrantes estuvieron a favor de rechazar investir a Mariano Rajoy presidente.

Ahora bien. Hernando ha confesado que él sí que se lo había planteado porque hacer presidente el líder del PP podría ser "un mal menor para España". En este sentido, ha subrayado que podría ser que Sánchez hubiera tenido estas dudas, pero ha querido dejar claro que a él no le consta nada de todo eso. Defendiendo a Sánchez a capa y espada, ha soltado que "no es bueno someter constantemente al secretario general a un cuestionario". Y ha querido dejar claro que "la dirección, con Sánchez al frente, no quiere la abstención".

Cambiar de opinión...

A estas palabras se ha sumado el líder del PSC, Miquel Iceta, que lo ha justificado poniendo de relieve que "en un momento determinado, Sánchez pudo pensar que aquella era la solución y después, sencillamente, cambiar de opinión por lo que le dijo el comité federal o por lo que le hemos dicho muchos dirigentes del partido".

Iceta ha defendido que "una persona puede cambiar de opinión" y todavía más "cuando los hechos cambian" porque, de esta manera, "las opiniones se ajustarán a la nueva realidad". Por lo tanto, ha soltado que el hecho de que Sánchez dijera en un primer momento que el PSOE facilitaría una investidura de Rajoy "se trata más de una frustración que de un engaño".

...o no

Mientras que Iceta o Hernando se plantean que Sánchez pueda haber pensado en algún momento en abstenerse en la investidura del líder del PP, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, también ha salido en defensa de su secretario general, pero él todavía ha apostado más por sus declaraciones subrayando que él siempre ha tenido muy claro que votaría 'no' a Rajoy y ha recordado que en los últimos tiempos el PSOE ya adoptó "por responsabilidad" varias decisiones que lo alejaron de sus palabras y de sus votantes.

Precisamente por eso, Luena ha instado en González a "no confundir deseos con realidad" y le ha pedido que escuche más a los militantes. El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha utilizado los mismos argumentos que el secretario de Organización socialista y ha lanzado al expresidente español que prefiere "que se le oiga engañado a engañar a los votantes del PSOE".

Negar la evidencia

Admitiendo que hace tiempo que hay una crisis interna dentro del partido, el portavoz del PSOE en el Congreso ha reconocido que ha tenido que negar la evidencia" en muchas ruedas de prensa para no "dañar" el partido. Según su opinión, las grietas internas se han ampliado más todavía a raíz de las dos posturas que se han marcado dentro del partido: en favor de abstenerse a la votación de investidura o negarse a hacer a Rajoy presidente.

Muchos han salido ahora a defender la figura de Sánchez como líder del partido. Entre los ya citados, también se ha añadido la voz de los socialistas vascos que, a pesar del fracaso histórico que sufrieron en las elecciones de este domingo tanto en el País Vasco como en Galicia, han asegurado que este sábado darán apoyo al secretario general actual. Otros aprovecharán la ocasión para intentar relevarlo a un segundo plano, forzarle a dar un paso al lado y renovar la dirección socialista.