La hoja de ruta del PP y Vox en el País Valencià para dejar el catalán a la intemperie en las aulas empieza a dar los primeros frutos. El nuevo conseller de Educació del gobierno valenciano, el popular José Antonio Rovira, ha explicado este jueves que eliminará la obligatoriedad del 25% de valenciano como lengua vehicular para el alumnado que haya pedido no cursar la asignatura en concreto. Para hacerlo, ya ha dicho que modificará la ley de plurilingüismo aprobada en 2018 por el gobierno del Botànic, formado por el PSPV, Compromís y Unidas Podemos.

La ley de uso y enseñanza, que fecha de 1983, reconoce la exención de estudiar la asignatura de valenciano a los alumnos de los municipios de ocho comarcas en las cuales el catalán es testimonial o bien residual: el Alto Palancia (Castellón), la Plana de Utiel, el Rincón de Ademuz, la Hoya de Buñol, el Valle de Ayora, Los Serranos y el Canal de Navarrés (Valencia) y el Bajo Segura (Alicante). A su vez, para los estudiantes de estas comarcas, en virtud de la norma de plurilingüismo, se prevén cuotas de un 25% de las clases en castellano, el 25% en valenciano, de un 15 a un 25% en inglés y el resto de tiempo se decide libremente por parte de los consejos escolares, en función del contexto sociolingüístico de cada territorio.

Lejos de fortalecer la presencia de la lengua minorizada, el flamante conseller cree que es una "incongruencia" el hecho de que los alumnos que han optado por no cursar el valenciano como asignatura tengan que hacer otras materias en este idioma. "Es un agujero de la ley de plurilingüismo que se tendrá que solucionar lo más rápido posible", ha explicado Rovira en el intercambio de cartera con la hasta ahora titular de la conselleria, Raquel Tamarit, de Compromís. Aunque algunos sindicatos de enseñanza son partidarios de eliminar la exención recogida, el gobierno valenciano defiende modificar la ley de plurilingüismo para reducir la presencia del valenciano.

En la misma comparecencia, Rovira ha explicado que todavía no tiene diseñada la alternativa a esta ley y ha rechazado las cuotas obligatorias que estableció el último titular de Educació del PP, Alejandro Font de Mora, que va apostaba por un 33% de inglés, castellano y catalán. Su idea es un modelo más flexible en el cual los consejos escolares, "que son los que mejor conocen la realidad de cada territorio", seguirán teniendo capacidad de decisión.

El conseller cree que la decisión no tiene que sorprender a nadie, si bien, en el documento de medidas pactadas, el PP y Vox ya adelantaron que apostaban por la "libre elección de la lengua de enseñanza en todas las etapas educativas". De esta manera, dejaban entrever que derribarían el modelo plurilingüe impulsado por el gobierno anterior, que permitía al alumnado el dominio del valenciano, el castellano y el inglés. Dicho de otra manera, la medida implicará a la fuerza una reducción del valenciano en el sistema educativo, porque, como lengua minorizada, no compite en las mismas condiciones sociolingüísticas que el castellano, que es la predominante en las calles.