Guerra abierta. El Partido Popular mantiene su ofensiva contra la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego en la Unión Europea. E intenta desacreditarla. En los últimos días, los populares han maniobrado en Bruselas para hacer descarrilar la crucial votación de mañana en el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea. De momento, hay algunos países que continúan reticentes a avalarlo y el Ministerio de Asuntos Exteriores, capitaneado por José Manuel Albares, negocia a contrarreloj para “resolver” las “reticencias” y “dudas” que mantienen algunos estados. Públicamente, una vez más, el PP aprovecha para disparar contra la alianza entre el PSOE y el independentismo, pero en privado rema desde hace días para hacer naufragar un compromiso que los socialistas adquirieron en agosto de 2023 a cambio de la elección de Francina Armengol como presidenta del Congreso. Hoy mismo, el PP de Catalunya se ha vanagloriado de que Alberto Núñez Feijóo haya llamado a países para que no apoyen la oficialidad del catalán en la UE. De hecho, Feijóo ha aprovechado que la eurodiputada Dolors Montserrat fue elegida hace un mes como secretaria general del PP Europeo, presidido por el bávaro Manfred Weber, para poner palos en las ruedas de la oficialidad del catalán. Sin embargo, en Génova, ni delante del micrófono ni en privado reconocen que haya habido contactos al más alto nivel. “Lo desconozco, no me consta”, se limitan a contestar desde el equipo del líder del PP al ser preguntados por esta cuestión con muestras de incomodidad.

📝 El PP catalán se vanagloria de haber llamado a países para que no apoyen la oficialidad del catalán en la UE

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En la habitual rueda de prensa de los lunes, Borja Sémper se ha limitado a arremeter contra el Gobierno sin atreverse a posicionarse abiertamente y nítidamente sobre el debate de mañana en Bruselas. Y tampoco ha vaticinado cuál será el resultado de la votación. Ningún atisbo de los niveles de optimismo y confianza de Génova en que los estados con gobiernos populares se alineen con los intereses de Feijóo. “¿La posición del PP es que sí o que no? ¿El PP quiere que el catalán, el euskera y el gallego sean lenguas oficiales en la Unión Europea?”, han preguntado al portavoz del PP. Y se ha salido por la tangente: “Le puedo decir que el PP quiere más las lenguas oficiales que Pedro Sánchez porque nosotros no las utilizamos políticamente y no las manoseamos. Nuestra política exterior es mucho más rigurosa”, ha contestado.

Borja Sémper ha pedido “respeto a la legalidad” de la Unión Europea y ha considerado que el “mayor ataque” contra el catalán es el que está haciendo Pedro Sánchez generando “incertidumbre” y un “debate innecesario”. En una respuesta anterior, también al ser preguntado por esta cuestión, ha considerado que al presidente español “no le interesa el catalán en absoluto”, sino que “le interesa sobrevivir él e intentar contentar al independentismo”. “Y mañana ya veremos, y esta es nuestra posición. Es todo deslabazado, un intento absurdo y de la peor manera posible de presionar a países socios, también hay un apagón informativo sobre esta materia”, ha remachado.

 

Génova pide “no presionar” a los socios europeos, mientras el PP catalán admite llamadas de Feijóo

“Queremos que no se presione a nuestros socios europeos para intentar contentar a los socios parlamentarios de Sánchez”, ha subrayado Borja Sémper durante la rueda de prensa. Una afirmación que choca de raíz con la confesión que ha hecho el PP de Catalunya. El secretario general del PPC, Santi Rodríguez, ha relatado que en los últimos días Alberto Núñez Feijóo ha contactado y ha hecho varias llamadas a capitales europeas gobernadas por el PP Europeo para que no apoyen la oficialidad del catalán, el gallego y el vasco. “Si ha habido llamadas, es porque también las hay en sentido contrario”, ha justificado. Santi Rodríguez también ha esgrimido que “quien actúa por un interés político tiene que asumir que los otros hagan lo mismo”, ha lamentado que se esté haciendo un “uso político” de la lengua y ha manifestado que la oficialidad del catalán en la UE “no es trascendental” para mejorar el uso social de la lengua.