El Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea se reunirá este martes en Bruselas con una carpeta sobre la mesa crucial para Pedro Sánchez y su futuro como presidente del Gobierno: la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego; un compromiso alcanzado con Junts per Catalunya en el prólogo de la actual legislatura, a cambio del nombramiento de la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso de los Diputados. De momento, sin embargo, las reticencias de algunos países continúan vivas y Europa mantiene el freno a oficializar la lengua catalana. Así se ha desprendido este lunes de la respuesta que ha dado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, cuando se le ha preguntado en una rueda de prensa por esta cuestión. "El punto está incluido en el orden del día y trabajaremos con todos los Estados miembros hasta mañana mismo para incluir cualquier cosa", ha manifestado el ministro, que este martes se ausentará de la cita y quien viajará a Bruselas será el secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Sampedro.
Ha confirmado que hay países que tienen "reticencias" y "dudas", y ha asegurado que el Gobierno intentará "resolverlas" en una negociación in extremis. Para conseguir la oficialidad del catalán, hace falta la unanimidad de los 27 Estados miembros en la votación. El ministro ha insistido en que esta carpeta afecta a la "identidad nacional española", que es "plurilingüe". "Así es en nuestra Constitución, en el Congreso y en el Senado, y lo que es más importante, lo es en las calles de nuestras ciudades; es nuestra realidad". Se ha referido también indirectamente al PP, que se opone a la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en Europa: "Estoy seguro, y no me cabe en la cabeza que no sea así, que todas las fuerzas políticas españolas están hablando con sus fuerzas hermanas para conseguir que esta identidad nacional sea reconocida".
Albares ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa con su homólogo alemán, Johann Wadephul, tras reunirse ambos durante poco más de una hora en el madrileño palacio de Viana. El ministro de Exteriores del nuevo ejecutivo del conservador Friedrich Merz también ha sido preguntado por el asunto del catalán en esta comparecencia conjunta. El diplomático, sin embargo, ha optado por no mojarse. Ha explicado que en su encuentro con Albares han estado comentando esta cuestión durante un buen rato, y se ha comprometido a "trasladarlo al gobierno federal" de Alemania.
Alemania forma parte de algunos de los países que ya habían planteado dudas o reticencias sobre la oficialidad de las tres lenguas que en España son cooficiales con el castellano. Forma parte de la lista de Estados —junto con Francia, Italia, Suecia, Croacia, República Checa y Finlandia— que reclaman explicaciones más detalladas sobre las implicaciones legales y los costes económicos de la medida.
El Gobierno, en anteriores propuestas, ya había intentado seducir a los socios europeos asegurando que asumiría él mismo este gasto. Hay países que dudan de que España pague este dinero de forma indefinida. En estos momentos, hay una decena de países que no acaban de ver claro esta puesta en marcha de la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego. Sí que están a favor de la medida países como Portugal, Bélgica y Hungría.
Bolaños asegura que el Gobierno trabaja "intensamente y a todos los niveles"
Paralelamente, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha asegurado este lunes después de haberse reunido en Barcelona con el consejero de Justicia y Calidad Democrática, Ramon Espadaler, que el Gobierno trabaja "intensamente y a todos los niveles" para conseguir esta oficialidad. Ha destacado el "compromiso absoluto" del ejecutivo socialista para conseguir que estas tres lenguas sean de primer nivel en Europa.
La propuesta de España: una oficialidad plena de implementación progresiva del catalán
La propuesta que España pretende plantear este martes es votar la oficialidad del catalán con un plan de implementación progresiva y realista. La oficialidad no se materializaría hasta 2027, cuando se traducirían los reglamentos del Consejo y del Parlamento Europeo, lo que en la última legislatura supuso menos del 3% de todos los actos jurídicos. Eso comportaría que la reforma incluyera una "derogación" inmediata de sí misma.
Es decir, que las instituciones europeas no estarían obligadas a redactar todos sus actos legislativos ni a publicarlos en el Diario Oficial de la UE en catalán, euskera y gallego. Los Estados, según informaba este viernes la agencia Europa Press, tendrían que abordar en un plazo de como máximo cuatro años la revisión del acuerdo para decidir si se mantiene o se pone fin a la derogación. Albares, en la rueda de prensa de este viernes, ha señalado que la propuesta actual es "sólida, muy trabajada y muy mejorada con todos los estados".
El compromiso de Sánchez con Junts
Junto con la ley de amnistía y la delegación a la Generalitat de las competencias en inmigración, la oficialidad del catalán en Europa es uno de los grandes compromisos adquiridos por Pedro Sánchez con Junts per Catalunya en esta legislatura. Los independentistas insisten en que todo es cuestión de voluntad política y capacidad de presión y acuerdo con los otros 26 países de la Unión Europea. Pero el Gobierno ha insistido siempre en que es difícil porque cada Estado tiene su respectiva realidad lingüística (temen que abrir la puerta al catalán, euskera y gallego implique tener que abrirla a otros idiomas, como el ruso en el caso de los países bálticos), y otros ejecutivos conservadores quieren ser fieles al PP español.
Precisamente este sábado, el periódico ABC publicaba que el PP está trabajando para dinamitar esta oficialidad del catalán. Alberto Núñez Feijóo tiene una buena relación con Antonio Tajani, actual ministro de Asuntos Exteriores de Italia. Según este medio, las conversaciones entre los dos habrían provocado que el ejecutivo de Giorgia Meloni esté dispuesto a reventar la oficialidad de estas tres lenguas. Los italianos, no obstante, habrían pedido a los populares españoles que consigan sumar otro país al veto para no quedarse solos en este 'no'.
Por otra parte, el Financial Times publica este lunes una información que demostraría que Pedro Sánchez es consciente de la trascendencia de esta decisión para garantizarse el apoyo aritmético de Junts durante el resto de la legislatura: asegura este medio que el Gobierno habría presionado a los países bálticos amenazándolos con reconsiderar sus planes sobre Defensa, así como la presencia de tropas españolas en la frontera con Rusia si no votan a favor de oficializar la lengua propia de Catalunya.