La noticia principal en casi todas las portadas es la petición de más de 200.000 profesionales sanitarios de 82 sociedades científicas, que reclaman a los gobernantes que no detengan la vacunación contra la covid-19 al margen de criterios científicos ni "por impulso". El manifiesto utiliza un lenguaje contenido y sosegado, incluso eufemístico, para decir a los políticos que no se dejen llevar ni por el miedo, la demagogia o el cálculo electoralista —normalmente va todo en el mismo paquete— y vacunen a la gente sin descanso y sin miedo. Todas las vacunas que ahora mismo hay en el mercado, son tan seguras como cualquier otro medicamento que hay en el mercado.

Este llamamiento es también un toque de atención a los medios de comunicación. Es penoso ver hoy portadas que no hablan del manifiesto. En muchos casos son las mismas portadas que, en días anteriores, han asustado en los lectores exagerando los riesgos de algunas vacunas. En cambio, no han ajustado cuentas con la incompetencia de la Unión Europea a la hora de asegurar el suministro, enredados sus cargos y funcionarios en cubrirse la espalda ante posibles repercusiones políticas o judiciales por el precio de los remedios o consecuencias no deseadas de la vacunación, incluidas algunas muertes que aun no han podido ser atribuidas con claridad a las vacunas.

Es inquietante también que algunos diarios, al destacar en primera página el llamamiento de los profesionales sanitarios, lo hagan contradiciendo lo que se pide el manifiesto: no usar la vacunación como arma arrojadiza política. El Mundo describe la visita de Pedro Sánchez a unos laboratorios de Amer como "propaganda" y habla de la "falta de vacunas", que afecta a todo el mundo en Europa por los errores de Bruselas. ABC manipula descaradamente el manifiesto y dice que "la ciencia clama contra el caos de la vacunación". Ambos acompañan esos titulares con una fotografía del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Ni es "la ciencia" —es mucho más— ni hay ningún "caos". Encima, se hacen eco de la idea flipante de la candidata del PP a la presidencia de la región de Madrid, que propone que las empresas compren vacunas por su cuenta.

Lo que hacen estos diarios, en realidad, es bailar el agua a Isabel Díaz Ayuso, que lleva días enredando con el asunto. "No sabemos cuántas dosis recibiremos del gobierno [español] la semana que viene. Si no llegan más, tendremos que paralizar la vacunación en los grandes centros. Si dependiera de mí, el 100% de los madrileños ya estaría protegido", dijo ayer. Pues el problema es lo que depende de ella: Madrid es una de las comunidades que menos población ha inmunizado, por debajo de la media del resto de autonomías. La incidencia es ya de 372 casos por cada 100.000 habitantes. Claro que Ayuso hace su campaña y allà ella si la quiere a base de trolas y engañifas. Pero es complicado llamar periodismo a pasar la mano por la espalda del candidato que te gusta aunque lo disfraces de información.

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