Se ve que a Vox le ha salido un "ala dura", según la portada de La Razón. No es ningún rasgo facial ni una enfermedad, no, sino la facción —nunca mejor dicho—que ha dejado la comunidad autónoma de Murcia sin gobierno porque Ciudadanos no se aviene a firmar un pacto con ellos y el PP. Con ese invento del "ala dura", La Razón quiere hacer pasar por centrados/centristas a PP y Cs y, sobre todo, dar un poco de esperanza a la afición. Representa que el caudillo Abascal encabeza el "ala blanda" y se habría comprometido a aceptar el trifachito murciano. No se apuren, habrá una segunda oportunidad, insinúa el diario para suavizar el disgusto de su parroquia. Por si acaso, el editorial califica la actitud de Vox de "sabotaje", que es como llaman a cuando un partido decide hacer algo que no les gusta.

Tampoco gusta a El Mundo, que no está para cuentos y utiliza la terrible palabra para titular su información principal: "Vox sabotea a PP y Cs...". Asustados como estamos con la serie Chernobyl, la palabra sabotaje evoca la inminencia de una catástrofe colosal, casi el fin del mundo. ABC, en cambio, va más tranquilo y explica que la rabieta de Vox es una cosa momentánea, como queriendo decir lo que anuncia en un subtítulo: "En breve, [Vox] dará apoyo al candidato del PP". Tranquilos.

Arruinar el relato

El miedo de esos diarios es que les arruinen el relato que construyeron el día siguiente de las elecciones municipales y autonómicas de mayo: el PSOE gana, sí, y nos da rabia, pero la derecha resiste en Madrid, como el pueblito de los galos de Astérix. El País y El Periódico se frotan las manos ("fracaso del bloque de la derecha", dice el diario madrileño; "El PP tiembla en Madrid", según el barcelonés). También es gracioso el mal humor y la bronca de los tres diarios de la derecha, irritados porque Vox no baja la cabeza.

Otras curiosidades de las portadas de hoy. Una: pasa muy desapercibida la propuesta del president del Parlament, el republicano Roger Torrent, que ayer en Madrid ofreció un referéndum à la canadien, es decir, el Estado lo permite siempre que los términos de la pregunta sean claros y después ya veremos qué hacemos con el resultado. Borrell ya ha dicho que ni de coña y Sánchez, menos directo, también. Las portadas de El Periódico y La Vanguardia se quedan en la propuesta de Torrent. El diario de los Moll lo maquilla como que ERC se aleja de la DUI, pasando de puntillas por el fiasco. Ara lo cuenta todo y habla de la respuesta negativa "instantánea", como hace El Punt Avui. Es "el ala dura" del gobierno español.

Esta ONU no nos gusta

Otra curiosidad es que en ninguna portada aparece el auto de la jueza de vigilancia penitenciaria que avala la decisión de la Generalitat de permitir que Oriol Pujol salga cada día de prisión para ir a trabajar. Tantas portadas cuando le concedieron (y revocaron) el tercer grado y hoy ni media línea. Una más: El Mundo destaca que un informe de la ONU "certifica el sadismo de la dictadura chavista". También ayer, otro informe de la ONU calificaba de arbitrarias las prisiones de los consellers Rull, Bassas, Forn y Romeva, como ya pasó con el resto de presos políticos. Pero de esta ONU, ni mu. El informe sobre los presos políticos catalanes debe ser cosa del "ala dura" de la ONU.

El Punt Avui podría haber aprovechado el concepto de La Razón para explicar la comparecencia del president Torra ante el Tribunal Superior de Catalunya: "El ala dura del independentismo...", etcétera.

El último apunte hace referencia a un clásico: toda la prensa de Madrid remarca la rabieta del Gobierno al saber que los Estados Unidos han pedido a la marina de su majestad británica, y no a la armada española, que intercepte un petrolero cargado con crudo iraní que pasaba cerca de Gibraltar, en aguas que España considera suyas. Seguramente es culpa del "ala dura" del Pentágono.

LR

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