La eurodiputada Clara Ponsatí admite que ya trabaja para cuando se le levante la inmunidad que tiene ahora: "Nos engañaríamos si tenemos esperanzas en que, a pesar de tener razón, seremos mayoría. Los otros están en posiciones de mucho poder, aunque el voto sea secreto", ha dicho en declaraciones a TV3. A pesar de todo, se reafirma en la lucha para seguir defendiendo sus derechos: "No doy nada por perdido" y destaca que lo que más le duele es "el desprestigio enorme que tendrá el Parlamento Europeo" si sale adelante.

Con quince votos a favor, ocho en contra y dos abstenciones, el primer paso del suplicatorio para retirar la inmunidad al president Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí ya es una evidencia. Pero queda volver a votar el 8 de marzo en el Pleno de la cámara donde, entonces, si prospera, se volverían a reactivar las euroórdenes que se derivarían a la justicia belga y escocesa. El presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, el eurodiputado de Ciudadanos Adrián Vázquez, lamenta las "presiones" que están recibiendo los eurodiputados por parte del independentismo, y reitera que "respetarán las normas" porque no quieren hacer un "circo" de toda esta situación.

"El Parlamento Europeo se ha enfangado"

Ponsatí responde a lo que considera una anomalía: que el ponente de esta comisión, el búlgaro Angel Dzhambazki, sea uno de los que ha liderado este proceso y recuerda que tiempo atrás, gritaba "Puigdemont a prisión" al lado de miembros de Vox. La eurodiputada lo califica de caso "fuera de la normalidad, con connotaciones políticas evidentes y un nivel de irregularidades altísimo." Además, pone el acento en que levantar la inmunidad comporta "encarcelar a tres eurodiputados" de forma directa, en vez de juzgarlos, que sería el procedimiento más comprensible.

Asímismo, reprocha que el presidente del Comité de Asuntos Jurídicos, Adrián Vázquez, "necesita salir a la televisión y hacer propaganda". Y respondiendo a las presiones que denuncian desde Ciudadanos, admite que obviamente "han enviado correos a los funcionarios europeos", pero cuestiona si presentar documentación es una extorsión o condicionar a nadie: "Las presiones las ponen el PSOE, Ciudadanos y los populares a sus compañeros de grupo".

En el caso de Ponsatí, también hay diferencias con los de Puigdemont y Comín. Ella misma recuerda que no era eurodiputada cuando le emitieron la primera euroorden y señala a Europa: "El Parlamento se ha enfangado hasta bastante arriba y nunca nos ha dado respuesta a las quejas que les hemos planteado por los procedimientos". A la vez, también ve el vaso medio lleno si se hace otra lectura: "Afortunadamente todavía hay demócratas en el Parlamento Europeo". Y alerta que si se quita a los cinco españoles que han votado, la Comisión queda prácticamente igualada.

Después de la votación del mes de marzo, Ponsatí ha asegurado que se pondrá a la disposición de la justicia belga, ya que es ahí donde ahora reside: "Si tropiezo con un policía que tenga este documento activo, me tendrían que detener en cualquier país del mundo, probablemente tendré que comparecer en Bélgica". Sin embargo, también hablará con sus abogados del Reino Unido, pero, ahora mismo, no tiene intenciones de volver a vivir allí.