El final de la era Rajoy ha llegado. La dirección del Partido Nacionalista Vasco (PNV) dará apoyo a la moción de censura del líder socialista Pedro Sánchez, como ha comunicado la formación jeltzale ante el Congreso, algo que forzaría inmediatamente la salida del presidente del Gobierno. Ahora queda en sus manos la posibilidad de dimitir antes de que se produzca la votación, prevista para mañana viernes al mediodía. Fuentes de la Moncloa descartan que eso vaya a producirse. Si bien, Rajoy no ha ocupado su escaño, una vez la sesión se ha reanudado por la tarde, mientras la cara de funeral se apoderaba de ciertos miembros del ejecutivo y portavoces del PP iban de un sitio para el otro.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha sido el encargado de comunicar la decisión tomada por el Euzkadi Buru Batzar este mismo jueves, en su intervención al subir a la tribuna —pese a que ya se la había hecho saber a PSOE y PP con anterioridad—. El vasco ha instado a Sánchez a no "defraudar" su confianza y ha resumido sus motivos en tres puntos: el escenario futuro de inestabilidad política, la crisis soberanista, y las futuras sentencias por otras piezas de la trama Gürtel de corrupción.

En primer lugar, Esteban ha mencionado la posibilidad de que se generen "mociones de censura incesantes", como anunciaron Podemos y Ciudadanos que pretendían impulsar en adelante, con el fin de convocar elecciones, si finalmente no prosperaba la moción de Sánchez. El vasco ha lamentado que eso dejaría "en jaque al Parlamento durante meses", empujando así al caos a España y posponiendo simplemente la salida de Rajoy en el tiempo.

En segundo lugar, el vasco ha denunciado que el Ejecutivo hubiera dejado "ciertos temas a los tribunales", en alusión al proceso independentista. Aquí le ha exigido al PSOE reconocer que había "un problema nacional" y la solución no pasaba por endurecer el delito de rebelión en el Código Penal, como el secretario general socialista propuso hace unos días. De hecho, los jeltzales ceden, una vez constatado el voto favorable del PDeCAT y ERC a la moción de censura, asumiendo de esta manera una posición común entre las fuerzas nacionalistas. 

Tercero, Esteban ha lamentado la sentencia de la trama Gürtel, considerando que, con todo, el "voto negativo no supondría mayor estabilidad", y criticando duramente el contenido de esta.

El hecho es que los jeltzales se han mostrado conscientes de que sus intereses en el corto plazo, los presupuestos generales del Estado, podrían peligrar. Esteban ha asumido el riesgo, cuando reconoció que ya no sabía si "pasarían" y ha avisado al PP de posibles deslealtades "como se acusa a otros", ya que los populares tienen mayoría en el Senado —y la tramitación de los PGE no se ha terminado todavía, aún pueden paralizarlos—. Sánchez, si bien, se ha comprometido a intentar gobernar con ese presupuesto, si prospera, con el que el PNV obtuvo con el acuerdo 540 millones de euros para Euskadi.