Por segundo año consecutivo, el 20-N se ha celebrado con la existencia de presos políticos. Así ha querido recordarlo Òmnium Cultural en un acto celebrado este martes a la Estació de França de Barcelona. En presencia del presidente del Parlament Roger Torrent y diputados, el vicepresidente de la entidad, Marcel Mauri, ha recordado que hoy hace 400 días que Jordi Cuixart, como Jordi Sànchez, está privado de libertad. De la misma manera, ha lamentado la pervivencia de "reminiscencias" del franquismo, especialmente en la judicatura.
El acto que Òmnium celebra anualmente para denunciar los crímenes del franquismo ha vuelto a estar marcado por la ausencia de los Jordis, a quienes se han sumado el Govern encarcelado y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell. La entidad ya ha empezado la jornada de denuncia con la edición de un diario, bajo el título Franco ha muerto pero el franquismo no, del cual ha repartido más de 100.000 ejemplares en el metro de Barcelona.
Combinando música en directo, poesía y proyecciones, la reivindicación de la noche ha girado alrededor de seis grandes bloques, que se convierten para la entidad en paralelismos (algunos muy actuales): exilio, libertad de expresión, libertad de reunión y manifestación, derecho a la información, derecho a la libertad e imparcialidad de la justicia.
El parlamento de clausura de Marcel Mauri ha arrancado con unas palabras del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, desde la cárcel de Lledoners. "Ahora nos toca luchar desde las cárceles, como hace 50 años. Entonces lo conseguimos. También lo haremos ahora. Esperanza, fuerza y determinación".
"No pasarán"
Después de estas palabras, Mauri ha denunciado la pervivencia de la represión. "Hoy que hace 43 años de la muerte del dictador, se cumplen 400 días que Cuixart, conjuntamente con Jordi Sánchez, es privado de libertad, víctima de la más injusta y autoritaria de las prisiones posibles, la que se impone para silenciar a aquellos que defienden las libertades fundamentales", ha asegurado. En esta línea, ha señalado que se trata de "la misma prisión que sufrieron miles y miles de personas por todo el Estado" por los derechos que hoy los "nietos de la dictadura" ponen en riesgo. Ha agradecido el trabajo de las entidades memorialistas "para que no se repita nunca más".
"Durante los últimos meses, el Estado ha vuelto a demostrar que las reminiscencias del régimen franquista siguen bien vivas", ha continuado el representante de la entidad cultural. Ha puesto como ejemplos la judicatura, la Guardia Civil y "determinados sectores políticos y sociales". Ahora, ha añadido, "ya no tienen ni la vergüenza política de esconderse entre las cloacas".
"¿Quién nos tenía que decir que, en pleno siglo XXI, un estado supuestamente democrático estaría estrujando derechos fundamentales de esta forma?", se ha preguntado Mauri. Y ha denunciado el "juicio a la democracia" por el caso 1-O: "Confirmará que, si bien Franco murió, las instituciones del Estado, el sistema judicial, están lejos de cualquier parámetro democrático".
Mauri ha subrayado la "nula independencia judicial", que ha llevado a Jueces para la Democracia a pedir el aplazamiento del juicio del 1-O por el caso Marchena. Ha vuelto a parafrasear Cuixart para acabar el discurso con gritos de "no pasarán".
Carta de Cuixart desde Lledoners
Estimadisimos amigos y amigas, gracias por vuestra memoria y dignidad.
El Estado nos pide más de 200 años de prisión por votar, porque persigue el mismo objetivo que el franquismo: que la libertad de expresión y la democracia se pudran en las prisiones.
Después de 400 días encarcelado, tenemos claro que el Juicio a la democracia que afrontamos es una enmienda a la totalidad al Régimen del 78. Si los hombres y mujeres antifranquistas que nos precedieron estuvieron dispuestos a darlo todo por la libertad en situaciones mucho más adversas, ¡no tenemos ningún derecho a desfallecer!
Ante el fascismo y el odio, desde la prisión de Lledoners sólo hay una respuesta colectiva posible: ¡No pasarán! ¡No pasarán! y ¡No pasarán!