Joan Josep Nuet era el último integrante de la Mesa del Parlament de la legislatura del 1-O que faltaba por condenar. Su cambio de condición de parlamentario a diputado en el Congreso obligó a la judicatura a volver a llevar su caso al Tribunal Supremo, que finalmente, lo juzgó hace 15 días, el 24 de marzo.

Nuet era diputado de Catalunya Sí Que es Pot (CSQP) durante el 2016 y 2017 cuando ocurrieron los hechos, aunque ahora ocupe un escaño del Congreso de los Diputados por ERC. Un escaño que, con la inhabilitación de 8 meses, perderá.

El Tribunal Supremo lo ha condenado a 8 meses de inhabilitación y a una multa de 12.000 euros. La condena está muy por debajo de los 20 meses que pedían la Fiscalía y la abogacía del Estado. A pesar del corto tiempo de la inhabilitación, ya es suficiente para que pierda su derecho a representación política y que no pueda ser electo hasta unas próximas elecciones.

La sentencia se sustenta en el apoyo de Joan Josep Nuet a la admisión a trámite de la propuesta de ley del referéndum que se presentó en septiembre del 2017 por Junts pel Sí y la CUP.

Nuet repitió una y otra vez que no pretendía desobedecer, sino evitar la independencia desde dentro. Tanto durante su declaración como en el turno final de palabra, el diputado expuso que intentaba pasar el independentismo por el filtro institucional. Y en un intento por salvarse, llegó a admitir que estuvo intentando impedir la independencia desde la Mesa. Pero nada de eso le ha servido para evitar la condena.

 

 

El tribunal, en la sentencia, tiene en cuenta cada uno de los votos de Nuet y deja de lado sus intenciones expresadas durante el juicio. "A la reunión del 6 septiembre 2017, cuando la Mesa tenía que calificar y admitir o no admitir, a trámite la ley de referéndum, el acusado era plenamente consciente de que la proposición del referéndum de autodeterminación contrariaba abiertamente la Constitución y las resoluciones, providencias, actuaciones y sentencias del Tribunal Constitucional, que habían dispuesto el deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa que supusiera una actuación contraria a los mandatos emanados del tribunal, y de eso habían sido advertidos los miembros de la Mesa por el letrado mayor y el secretario general del Parlament. No obstante, votó a favor de su admisión a trámite. Las actas de la Mesa del Parlament expresan el voto favorable del acusado a la tramitación de la mencionada ley, así como la negativa a las reconsideraciones, sucesivamente planteadas por los grupos parlamentarios, que se oponían a su tramitación. Posteriormente el acusado se opuso a la tramitación del proyecto de referéndum por el procedimiento de urgencia y también se abstuvo sobre la admisión a trámite de la ley de Transitoriedad Jurídica".

Nuet es el último miembro de la Mesa del Parlament en recibir la sentencia. El resto de compañeros fueron condenados por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya a 20 meses de inhabilitación y 30.000 euros de multa. La diputada de la CUP Mireia Boya quedó absuelta.