La sentencia del Tribunal Constitucional fracturado, que tumbó el confinamiento domiciliario, sigue trayendo cola. Este lunes han vuelto los reproches desde La Moncloa, en boca de su nueva portavoz. Isabel Rodríguez ha defendido que, si los magistrados "hubieran hecho el esfuerzo de poner su cabeza en la situación concreta" de la pandemia, habrían interpretado la legislación "de otra manera". En cambio, se quedaron "sólo en conceptos jurídicos", sin analizar la realidad. Una opinión que es compartida por cinco magistrados más, que formularán votos particulares a la resolución, aprobada por un solo voto de diferencia.

Después de semanas de discusión, el miércoles pasado por fin fue aprobada la ponencia del magistrado Pedro González-Trevijano, aunque sólo fuera por un voto de diferencia, seis contra cinco. Y la justificación para tumbar el confinamiento domiciliario era técnica. El texto aprobado argumenta que la suspensión de un derecho fundamental se habría podido hacer a través del estado de excepción, pero no del estado de alarma. Y dejar confinada a toda la población en su casa no es una "limitación", sino una "suspensión" del derecho fundamental a la libre circulación de las personas.

En una entrevista esta mañana en la Cadena SER, la también nueva ministra de Política Territorial ha expresado el "máximo respeto" por el Tribunal Constitucional. Sin embargo, ha sostenido que los dirigentes en aquel momento actuaron de la mejor manera posible, en un margen de pocas horas, frente a la "muerte". Y es en este "contexto" donde se tienen que "interpretar las decisiones políticas y jurídicas de entonces". Y ha insistido: "El estado de alarma fue útil. Respondió a las necesidades del momento. Y ningún español habría entendido que hubiéramos tardado 15 días desde que tomamos consideración del estado de alarma para debatirlo en el parlamento".

Por otra parte, Isabel Rodríguez ha rebatido que incluso la extrema derecha de Vox, que recurrió el estado de alarma, votó a favor de él, porque se trata de una figura jurídica mucho más garantista que el estado de excepción. "Actuamos con prudencia, proporcionalidad y garantías para la ciudadanía", ha concluido la portavoz del ejecutivo central al respecto.

Las nuevas restricciones

Más allá de la primera ola de coronavirus, Rodríguez también se ha referido a las decisiones que están tomando las comunidades autónomas --como Catalunya con el nuevo toque de queda-- para frenar la quinta ola. En este punto, la portavoz española ha remarcado que sería razonable que hubiera consenso entre los tribunales superiores sobre las restricciones y que todos los gobiernos sigan unos "estándares aceptados". También ha respondido al PP que "en principio" no hace falta una ley de pandemias como la que reclaman, porque la legislación actual es suficiente. "Las leyes siempre se tienen que adaptar, pero sin duda prevén los escenarios", ha sostenido.