Pedro Sánchez no solo tendría que convencer al Congreso de la necesidad de reformar el delito de sedición del Código Penal, ya que para hacerlo se necesita mayoría absoluta, sino también a buena parte de los votantes de su propio partido que no ven con buenos ojos la propuesta del presidente del Gobierno. Así lo revela una encuesta publicada por el diario El Mundo, que cifra en un 57,4% los españoles que no quieren oír hablar de esta reforma, que supondría reducir considerablemente la pena para los líderes independentistas que todavía no han sido juzgados. Concretamente, la principal beneficiada sería la secretaría general de ERC, Marta Rovira, que se exilió en Suiza después de la aplicación del artículo 155, y también el presidente Carles Puigdemont, que ahora hace cinco años llegó a Bélgica. Él, sin embargo, ya ha rechazado cualquier solución personal.

Así, en este sondeo sobre la opinión de los españoles sobre la posible reforma del delito de sedición, un 49,1% de los votantes del PSOE se posiciona totalmente en contra, mientras que solo un 30,5% está a favor. El resto, un 20%, no lo sabe o no contesta. De hecho, esta modificación del código penal para reducir las penas por los delitos de sedición no convence a la mayoría de votantes de ningún partido. Los que lo ven con mejores ojos son los de Unidas Podemos, ya que un 44,8% de los votantes de los socios de los socialistas en el Gobierno están a favor, mientras que un 31,7% en contra y un 23,5% no lo saben o no contestan.

Más votantes del PP que de Vox en contra de la reforma

Con respecto al bloque de la derecha o ultraderecha este rechazo todavía es más evidente, a pesar de que con algunas sorpresas, ya que hay menos votantes del PP que de Vox que están a favor de que este delito se modifique. Hace falta tener en cuenta que fue la posibilidad de negociar con el independentismo una reforma de la sedición, lo que precipitó la salida del PP de las negociaciones con el PSOE por la renovación del Consejo General del Poder Judicial por los sondeos internos que decían que sus votantes no querían ni oír hablar. En este sentido, un 80,7% de los votantes populares están en contra de la propuesta del PSOE y solo un 9,3% a favor, mientras que en Vox, "solo" un 73,3% se posiciona totalmente en contra, mientras que 14,3 está a favor. Estas cifras de los de Santiago Abascal son muy similares a las de los votantes de Ciudadanos.

Con estas cifras se entiende el silencio de muchos barones socialistas que han preferido no posicionarse sobre la propuesta de Pedro Sánchez, ya que faltan pocos meses para las elecciones en la mayoría de autonomías y cualquier comentario es analizado con lupa y utilizado por los rivales. Con todo, siempre hay excepciones y Emiliano García-Page, conocido por su lucha contra el independentismo y especialmente contra el presidente Puigdemont, ya ha puesto el grito en el cielo por esta posible modificación del código penal, asegurando que antes de hablar "seriamente", los exiliados tendrían que volver a España para poder ser juzgados.