La oficialidad del catalán, el vasco y el gallego en la Unión Europea volverá a debatirse en la reunión de ministros de Exteriores de los estados miembros prevista para el próximo 18 de julio. Y, aunque todavía continúan algunas voces reacias entre los socios europeos, desde el Gobierno se insiste en que se mantiene abierta la posibilidad de que en esta cita se adopte una decisión en relación con este tema. Fuentes diplomáticas españolas consultadas por ElNacional.cat subrayan que Dinamarca, que ostenta la presidencia de turno de la Unión, ha incluido este punto en el orden del día y que propone someterlo a la consideración del resto de miembros si existe unanimidad.

La inclusión del punto sobre las lenguas dentro de la agenda del Consejo de Asuntos Generales ya se conocía desde la semana pasada, cuando los representantes permanentes de los diferentes estados miembros ante la UE se reunieron para definir la agenda del encuentro prevista para el viernes 18 de julio. La única incógnita es saber si el punto de la oficialidad se limitaría a un debate o incluiría una votación final.

Con todo, fuentes diplomáticas danesas, citadas por ACN, han apuntado que no han detectado cambios en la postura de los países sobre la oficialidad con respecto a la anterior reunión en la que se abordó el tema, sin consenso entre los estados miembros. En una rueda de prensa la semana pasada en Aarhus (Dinamarca), la ministra danesa de Asuntos Europeos, Marie Bjerre, constató que no había detectado ningún cambio en la postura de los países de la UE sobre la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego con respecto a la última reunión ministerial en la que se trató el asunto, celebrada el pasado 27 de mayo. "No veo ningún cambio desde la última vez que lo discutimos", señaló, apuntando que "respetaba" la decisión de España de volver a elevar la cuestión al ámbito comunitario.

Falta de consenso entre los estados miembros

En el anterior encuentro ministerial, entonces bajo la presidencia rotatoria de Polonia, la propuesta española sobre las lenguas contó con el apoyo explícito de Bélgica, Hungría, Irlanda, Portugal, Rumania, Eslovenia y la propia Dinamarca. A pesar de los avances que certificó el Gobierno y las declaraciones del Ejecutivo afirmando que la propuesta no presentaba "obstáculos legales y presupuestarios", varios estados miembros presentaron reticencias, afirmando que la iniciativa todavía presentaba dudas jurídicas —Finlandia, Croacia, Suecia y Austria, Italia, Alemania, Francia, Estonia, Letonia, Lituania y República Checa. Todo ello, en medio de una campaña del PP para tratar de encontrar apoyos entre los gobiernos conservadores de Europa para tratar de bloquear la oficialidad del catalán en Europa. Ante la falta de apoyos, la presidencia polaca decidió aplazar la votación prevista en aquel encuentro y dar más margen a los estados para desvanecer las reticencias.

Impulso de Sánchez para ligar el apoyo del independentismo

Uno de los puntos clave del acuerdo que el PSOE cerró con Junts para garantizar la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez es la oficialidad del catalán en Europa. Tal como apuntó El Nacional, la Moncloa ha dado un impulso a la cuestión estas últimas semanas para blindar tanto como sea posible los apoyos independentistas, en un contexto en el que el Ejecutivo de coalición de Sánchez se ve en la cuerda floja por los escándalos de corrupción que salpican a Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García. El ministerio de Exteriores de José Manuel Albares pidió que el debate llegara a la reunión del 18 de julio, después de abordar la cuestión con su homólogo danés, Lars Løkke Rasmussen. "La oficialidad de las lenguas españolas en la UE, que refleja nuestra identidad nacional plurilingüe, es una cuestión irrenunciable e irreversible para el Gobierno de España, que no desistirá en su objetivo hasta conseguir su reconocimiento", aseguraron fuentes diplomáticas españolas a este diario.