Amadeo Martínez Inglés, coronel del ejército español expulsado en el año 1990 y vinculado a los movimientos de izquierda y republicanos, da credibilidad a las amenazas que en su día reveló Marta Rovira, número dos de ERC a las listas del 21-D, según las cuales el Gobierno español habría asegurado que habría "muertos en la calle" si se proclamaba la independencia y apunta como responsables al presidente Mariano Rajoy y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

En un artículo publicado en el blog Unidad Cívica por la República y titulado 'El nudo gordiano catalán', afirma que el Gobierno español desplegó técnicas de guerra psicológica con el objetivo de evitar el referéndum del 1 de Octubre y que, después del evidente fracaso en el intento de frenar la votación, elevó el nivel de sus amenazas con una más que posible intervención militar.

En su texto, Martínez Inglés recuerda que el 17 de noviembre pasado, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, se refirió por primera vez a las amenazas de muertos, asegurando que "no "mintió", pero añade que las amenazas del ejecutivo Rajoy "formaban parte de todo un operativo secreto", puesto en marcha "mucho antes del 1-O" y con la posibilidad de llegar a la "máxima virulencia" en caso de que se intentara hacer efectiva la independencia "a nivel nacional e internacional, con movilizaciones masivas en la calle y ocupación de puntos sensibles de toda Catalunya a cargo de efectivos de los Mossos o piquetes operativos de la CUP".

Planificación con todo detalle

El coronel asegura que las amenazas a que se refirió Rovira "existieron y se planificaron con todo detalle en ámbitos de la vicepresidencia del Gobierno con la oportuna ayuda y asesoramiento de especialistas en guerra psicológica", los cuales desplegaron un "operativo secreto para hundir la moral de los políticos catalanes".

En este despliegue se incluirían los movimientos de tropas previos al 1-O y sobre todo el envío de miles de policías españolas, en una "ridícula y mal planificada operación de traslado", además de persistentes declaraciones sobre el papel del ejército en Catalunya.

Esta campaña entraría en una segunda fase después de la "pérdida de papeles" de Soraya Sáenz de Santamaría "cuando tuvo constancia del éxito de la apuesta soberanista en el tira y afloja de las urnas y las papeletas", cosa que provocó el "pánico institucional" al ejecutivo de Mariano Rajoy.

Una vez llegado a este punto, según Martinez Inglés crecieron las amenazas y advertencias "hasta extremos increíbles". "Usted amenazó todo lo que quiso y más, señor Rajoy," continúa el coronel, para recordar que si "les salió bien la jugada" es porque sus "oponentes", los independentistas, "no estaban dispuestos a luchar y morir por sus ideales".