La delegación de la Generalitat en Bruselas, la única que no fulminó el 155 y que ha conseguido mantenerse abierta durante la suspensión del autogobierno, podría tener como nueva delegada a la consellera Meritxell Serret. Así lo aseguran fuentes del Govern que afirman que el responsable de Exteriores, Ernest Maragall, estaría explorando esta posibilidad.

De momento, la voluntad de Maragall es cerrar lo más pronto posible el nombramiento de la persona que liderará la delegación para garantizar el pleno funcionamiento de la oficina. Por esta razón también, viajó la semana pasada a Bruselas para reactivar la delegación y reunirse con los trabajadores. Desde la conselleria se evita hablar de nombres y se asegura que no hay ninguna propuesta oficial ni nada decidido.

La intención de situar a Serret al frente de la delegación provoca, no obstante, recelos en algunos sectores del Govern. Desde los que señalan que, como consellera, a Serret le corresponde formar parte del Consell de la República, y no ser delegada, hasta los que advierten que este nombramiento podría chocar con problemas legales por la situación ante la Justicia española de la que fue responsable de Agricultura con Carles Puigdemont y que se encuentra exiliada en Bruselas desde el pasado más de octubre.

La normalización de la delegación de Bruselas formará parte de la primera fase de la reactivación de las delegaciones.

Dentro de esta fase estará también la reapertura de cinco delegaciones más: Estados Unidos, Suiza, Alemania, Reino Unido e Italia. En este caso, la voluntad es restituir a los delegados y las conversaciones con este objetivo ya están en marcha.

Martí Anglada

Quien no será restituido en el cargo es el delegado en Francia, Martí Anglada, como publicó ayer Vilaweb y ha confirmado El Nacional, se le ha comuncado que no repetirá como responsable de la oficina de París. Esta decisión ha provocado malestar en el entorno de JxCat, donde se atribuye la no restitución de Anglada al hecho que formó parte de la lista de Carles Puigdemont el pasado 21-D.

Esta etapa tendría que estar cerrada el mes de septiembre, para entrar en una segunda, de consolidación con la reapertura del resto de delegaciones. En este punto se está estudiando la posibilidad de trabajar con figuras, como enviados especiales, escogidas por concurso de méritos.

La última fase será la de expansión de las delegaciones que incluirá otros continentes, para abrir nuevas delegaciones en llatinoamèrica o Asia.