"Catalunya no es una nación", y lo repite en el título y la primera frase del artículo por si queda alguna duda. Manuel Valls, político y ahora también articulista del diario El Mundo, ha basado su escrito en reiterar este concepto sin aportar elementos históricos o explicaciones que vayan más allá del no como imperativo.

El artículo, ha tenido admiradores pero también detractores, y ha sido una gran mayoría que le ha recriminado sus palabras. Hay quienes lo han hecho incluso con un cuadro de René Magritte, como el Eso no es una pipa que trata el sentido de las palabras y el poder de la semiótica.

Valls se centra en el negacionismo en aceptar Catalunya como una nación coincidiendo con los contactos de Esquerra con los socialistas para favorecer una investidura con Pedro Sánchez de presidente. Muy duro también con el PSOE, considera que si las conversaciones con los independentistas llegan a buen puerto, "cambiará la vibrante nación cívica y plural por una especie de Yugoslavia ibérica donde los ciudadanos tengan que ir con una nacionalidad diferente" y sentencia que eso le parece "una irresponsabilidad".

Para terminar, Valls se permite definir qué es una nación y qué no. Sobre España dice que "es una nación plural capaz de aunar y respetar las diferentes sensibilidades de todo el mundo".