Durante la sesión plenaria del Secretariado Nacional celebrada este sábado en Lleida, el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Lluís Llach, ha afirmado que "el país se siente huérfano de una instancia política que represente la urgencia liberarse de España, recogiendo, actualizando y canalizando la energía histórica del Primer d’Octubre". En su discurso, Llach ha afirmado que esta carencia solo se puede corregir a través de dos vías: desde las instituciones o desde la base ciudadana. En el primer caso, ha puesto de ejemplo formaciones como Alhora, Aliança Catalana (AC) y, recientemente, Dempeus, de las cuales ha lamentado que no aporten "ninguna novedad" con respecto a la manera de enlazar movilización popular y acción política organizada.
Según el presidente de la ANC, estas iniciativas han obtenido hasta ahora resultados electorales muy discretos, insuficientes para garantizar una mayoría independentista sólida en el Parlament. Además, ha criticado que su estrategia no difiere del modelo autonómico actual, ya que se basa en una ciudadanía "pasiva" que solo se moviliza cuando es llamada en votar.
Llach ha apuntado, en cambio, que todavía es prematuro concretar como se tiene que articular políticamente —desde abajo— la primera lección del Primer d’Octubre. Según él, la movilización y la organización de base fueron la primera gran lección del 1-O, y por eso habría que explorar fórmulas que reactiven esta energía popular. En este sentido, ha remarcado que este enfoque entra en clara contradicción con la práctica de ceder el poder a formaciones políticas alejadas de las inquietudes ciudadanas o a iniciativas surgidas desde las estructuras convencionales —desde arriba—, a menudo basadas en liderazgos personalistas, recogidas de firmas u otras formas de impulso vertical.
Recuperar la esencia del 1-O
Lluís Llach ha sostenido que la única manera realista de participar con garantías en el sistema electoral autonómico pasa, como ya demostró el Primer d’Octubre, por una ciudadanía activamente movilizada. Según el presidente de la ANC, solo un pueblo organizado, capaz de generar las estructuras específicas que actúen como puente entre la movilización popular y las instituciones, puede aspirar a construir una mayoría independentista clara y efectiva. Esta articulación, ha dicho, es la que puede convertir la fuerza de la calle en incidencia política real dentro del marco institucional.
En este sentido, Llach ha reivindicado el papel de la Assemblea como herramienta masiva, democrática y transversal a través de la cual el pueblo se organice para hacer efectiva la independencia. También ha advertido que, por fidelidad a su esencia fundacional, la ANC no puede favorecer, sin desnaturalizarse, ninguna instancia política ni ningún conglomerado electoral, por más bienintencionados que sean.
Xavier Aibar, nuevo secretario de la ANC
En el marco de la misma sesión plenaria, la ANC ha escogido a Xavier Aibar como nuevo secretario de la entidad. Aibar ha sido elegido con 39 votos a favor, superando así por solo un voto la mayoría cualificada de dos terceras partes necesaria para el cargo. Su rival, Josep Costa, ha obtenido 15 apoyos, mientras que 2 votos han sido en blanco. Nacido en Torà (Lleida) el año 1993, Aibar se ha implicado políticamente desde el impacto emocional que le generó el 1-O y el papel que tuvo la Assemblea. El nuevo secretario se presentó al Secretariat Nacional para reactivar la Assemblea Nacional de Joves Independentistes (ANJI) e implicar más a los jóvenes en el movimiento.