"Sentimos un enorme pesar por esta ausencia. Y nuestro lamento no sólo obedece al hecho de que se rompe con una tradición de más de 20 años, sino también, y sobre todo, porque la presencia de Su Majestad el Rey, del jefe del Estado, en la ceremonia de entrega de despachos a los nuevos jueces responde al especial vínculo constitucional de la Corona con el poder judicial, vinculación que forma parte de nuestra
tradición histórica desde la Constitución de Cádiz de 1812, y que sirve además para resaltar la dignidad de nuestra función", ha dicho el presidente de la judicatura española, Carlos Lesmes, durante el acto de entrega de los despachos a los nuevos jueces.

Por primera vez en 20 años el Rey no ha asistido a la entrega de despachos judiciales, lo que ha enojado a toda la judicatura. El pulso, no obstante, está entre la cúpula judicial y el gobierno de Pedro Sánchez, a quien se le atribuye la decisión de que el Rey no haya venido a Barcelona.

Lesmes ha cargado menos de lo que se esperaba contra el Gobierno durante el acto de entrega de los despachos a los nuevos jueces que han hecho la carrera en la Escuela Judicial de Barcelona y que a partir de hoy ya pueden ejercer. Ayer trascendió que el presidente de los jueces españoles lanzaría un mensaje, un toque de alerta, que ha centrado hoy todas las miradas, pero que finalmente ha sido más bien un gesto y con un tono prudente. Con todo, sí que ha apelado la Constitución: "La presencia del Rey en el acto de entrega de despachos a los nuevos jueces va mucho más allá de lo protocolario. Tiene una enorme dimensión constitucional y política, expresión del apoyo permanente de la Corona al Poder Judicial en su defensa de la Constitución y de la ley en beneficio de todos los españoles a los cuales servimos".

 

 

El presidente del CGPJ se ha referido a los motivos por los cuales el Rey no ha asistido con un "sean cuáles sean las circunstancias que lo han motivado" y ha deseado que "Su Majestad el Rey pueda seguir animando con su presencia en Barcelona a los nuevos jueces en el acto de inicio de su apasionante y difícil tarea de proteger los derechos de los españoles y defender el orden jurídico".

 

 

El momento final con el "Viva el Rey" del vocal del CGPJ José Antonio Ballestero desde la segunda fila del patio de butacas, sin embargo, ha dejado entrever claramente el apoyo de la judicatura a Felipe VI y la crítica hacia el ejecutivo español, a quien se atribuye la ausencia del monarca.

 

 

El acto, que se hace cada año, ha tomado una dimensión extraordinaria a raíz de la ausencia del rey Felipe VI. La graduación de los jueces hace años que acusa las desavenencias políticas. Primero con el procés independentista, cuando el presidente de la Generalitat Carles Puigdemont rehusó la invitación. Después, por el 1-O y el discurso de Felipe VI el 3 de octubre de 2017. Y el año pasado el acto se trasladó a Madrid para evitar un nuevo conflicto con la presencia del rey.

Los nuevos jueces tampoco callan

Antes de Lesmes quien ha hablado ha sido la primera de la promoción. Una promoción que hoy también ha plantado el acto protocolario. De los 62 nuevos jueces, sólo 40 han asistido a la entrega de despachos. "El acto ha quedado empañado por la ausencia de algunos compañeros de promoción que, por algunos motivos, se han visto desencantados", ha dicho Cristina Menéndez, primera de la promoción, que se ha dirigido al auditorio con un discurso de un marcado tono político.

El acto se ha visto marcado por las medidas a raíz de la pandemia de la Covid-19. No se ha hecho en L'Auditori, sino en la Escuela Judicial, y se ha recortado toda la parte de la recepción para evitar contactos. Eso ha echado atrás a algunos de los nuevos jueces, pero también ha sido por la ausencia del Rey y la polémica que ha rodeado el acto.

"Los jueces siempre seguiremos aquí", ha dicho Menéndez apelando también a la "independencia e igualdad ante la ley" y ha criticado la "política tentada en la división y el enfrentamiento".