Golpe de estado, atropello a la democracia, 155 encubierto, injerencia que evidencia un nuevo conflicto político. Son sólo algunas de las expresiones que ha utilizado Junts per Catalunya para definir la decisión de la Junta Electoral Central de apartar al president de la Generalitat. Los de Torra y Puigdemont adoptan ante este ataque una actitud del todo desafiante: "nos defenderemos, nos hemos plantado y lo volveremos a hacer". Al mismo tiempo, critican que ERC haya optado por mantener su abstención al Congreso, favoreciendo así la investidura de Pedro Sánchez. "No entendemos en qué avanza hacia la independencia la posición de ERC".

Durante una comparecencia posterior a la reunión del grupo parlamentario con los presidentes Torra y Puigdemont, el portavoz Albert Batet ha vestido su discurso de gravedad, señalando que "la hora es grave" y que "no es una cuestión nominal, sino de la presidencia de la Generalitat". JxCat considera que el Parlament debe plantarse y que "no puede reconocer en ningún caso los efectos para alterar la composición de lleno porque es una cuestión dignidad y soberanía".

Desde anoche, se han intensificado los contactos entre los grupos independentistas para consensuar un texto que blinde al president de la Generalitat de la decisión de la Junta Electoral Central y cuestione la actitud antidemocrática del Estado. La intención es que el apoyo a esta iniciativa, que todavía se está trabajando y negociando," vaya más allá del bloque JxCat-ERC-CUP y se puedan sumar, también y por lo menos, los comunes. El ideal para ERC sería conseguir arrastrar incluso el aval del PSC. Hacerlo compatible será complicado, porque la idea de JxCat es incorporar una referencia a la defensa del derecho a la autodeterminación.

Con respecto al frente judicial, Batet ha explicado que se presentarán todos los recursos pertinentes a todos los niveles. Asimismo, ha dejado claro que "la ley de presidencia no contempla que el presidente pueda ser cesado por una resolución de la JEC". Al mismo tiempo, el jefe de filas de JxCat ha aprovechado para lamentar que su grupo "ha sufrido mucho la represión arbitraria por parte del Estado" y ha puesto como ejemplo que los tres últimos presidentes, Mas, Puigdemont y Torra -todos de JxCat- han sido inhabilitados o cesados.

Sobre la decisión de ERC de persistir en la apuesta por el diálogo con el PSOE y facilitar la investidura de Sánchez, ha sido crítico, pero no ha querido hacer leña excesiva. "No compartimos la posición, pero nos toca respetarla", ha manifestado. Eso sí, ha añadido que le parece "sorprendente" que la apuesta de sus socios de gobierno sea "compatible con la independencia".