El primer paso de la estrategia del independentismo para alcanzar una amnistía ya se ha cumplido. JxCat, ERC y la CUP han aprobado este viernes en el Parlament la propuesta de resolución de la amnistía en el que ha sido el último pleno de la XII legislatura. A pesar de la aprobación, los grupos independentistas no han evitado el lanzamiento de reproches durante el debate. Los comuns, por su parte, se han abstenido​ "para no hacer competir las propuestas antirepresivas entre ellas".

El siguiente paso será la presentación de una ley de amnistía en el Congreso de la mano de los tres partidos y que está prevista para el próximo 15 de marzo. Sin embargo, no se prevé que esta iniciativa salga adelante a causa del rechazo del PSOE, además del de PP, Vox y Cs.

El escepticismo de JxCat

En nombre de JxCat ha hablado el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, quien ha reprochado que se formó un Govern a cualquier precio para levantar el 155 y "algunos ya avisamos que eso nos podía condenar a gobernar unas instituciones autonómicas intervenidas".

Costa no se ha detenido aquí y ha apuntado que el independentismo empezó a perder "la lucha" contra el Estado "cuando una mayoría dispuesta a acatar a los tribunales españoles sustituyó la mayoría independentista surgida del 21-D". El vicepresidente ha puesto como ejemplos el fracaso de la investidura del president Puigdemont, la inhabilitación del president Torra y la imposibilidad de investir diputados como Jordi Sànchez o Jordi Turull.

Costa también ha reconocido que desde JxCat no esperan que el Estado haga efectiva la amnistía y ha explicado que dan apoyo a la propuesta para seguir ensanchando la grieta" y fomentar la "confrontación inteligente".

ERC insta a la empatía

El republicano Ferran Civit ha centrado su intervención al cargar contra la amnistía de la Transición Española y ha recordado que el comisario Billy El Niño "murió impunemente" igual que se dejó en libertad a "violadores y torturadores".

Civit también se ha dirigido a los comuns para enfatizar que ni el indulto ni la reforma de la sedición resuelven el conflicto político ni la situación de los casi 3.000 represaliados del procés. Además, ha añadido que el indulto supone "reconocer implícitamente que ha habido un proceso judicial justo" y que los presos políticos sean reconocidos como "delincuentes".

Por último, el diputado de ERC ha hecho un llamamiento a la empatía de todos los grupos y ha instado a los comuns y el PSC "a ser valientes aquí y en Madrid". "Amnistía, empatía y política. Sin empatía no hay humanidad ni política", ha reflexionado.

La CUP, contra las acusaciones del Govern

Por su parte, la diputada de la CUP Natàlia Sànchez ha reivindicado la amnistía como solución para hacer "política independentista con libertad". La cupaire ha defendido que es importante acabar la legislatura "exigiendo la amnistía" porque, precisamente, esta ha sido atravesada "por la represión" con injerencias e inhabilitaciones.

Sànchez también ha reprochado a  JxCat y ERC que la Generalitat se persone contra manifestantes independentistas con demandas de penas de prisión, como es el caso del activista Marcel Vivet, que hoy ha sido juzgado en Badalona y por quien el Govern pide cuatro años y nueve meses de prisión por haberse manifestado contra el sindicato policial ultra español Jusapol. "La contradicción es de JxCat y ERC pidiendo una amnistía mientras ellos presentan acusaciones contra manifestantes independentistas", ha dicho.

Los comuns, de perfil

A pesar de asegurar que dan apoyo a la amnistía, los comuns se han abstenido en la votación del Parlament. Según ha explicado el diputado Lucas Ferro, esta abstención viene motivada porque no están de acuerdo en hacer competir las soluciones "antirepresivas".

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El diputado dels comuns Lucas Ferro ha anunciado la abstención de su grupo / Foto: ACN

Ferro ha hecho un llamamiento a no renunciar a la reforma de la sedición, tanto para los presos como para los que en un futuro se puedan ver acusados por este delito. También ha instado a volver a hacer uso de la mesa de diálogo, la cual "fue una conquista de todos de los que reivindicábamos el diálogo".

Ferro también ha cargado contra el simbolismo de la propuesta y ha lamentado que el Parlament, a su parecer, se haya convertido más en un "espacio de propaganda" que en un "espacio legislativo". Por último ha pedido que el próximo Govern surgido del 14-F "piense más en solucionar problemas que en hacerse la coz" a sí mismo.

Cs, PSC y el PP: la pared de siempre

No ha habido sorpresas tampoco entre los partidos unionistas. Ni Ciutadans ni PSC ni PP han mostrado ningún tipo de acercamiento a la propuesta y han cargado contra los partidos independentistas por los hechos del otoño del 2017.

El diputado de Cs Nacho Martín Blanco ha reprochado a JxCat, ERC y la CUP que no sintieran "un poco de pesar" al ver a los grupos unionistas abandonar el pleno el 6 y 7 de septiembre del 2017 y ha asegurado que "la cuestión catalana no es un problema entre Catalunya y España, sino entre catalanes".

Por su parte, el socialista Ferran Pedret ha justificado el 'No' del partido a la amnistía porque "nos pueden pedir el perdón, pero no el olvido".

El presidente del PPC, Alejandro Fernández, ha cargado con dureza contra la propuesta y ha asegurado que "no tiene cabida en el ordenamiento jurídico español" porque ni la sedición ni la malversación son delitos políticos.