El próximo 9 de junio hay elecciones en el Parlamento Europeo. Hace cuatro años, el independentismo obtuvo unos excelentes resultados en Catalunya, obteniendo mayoría absoluta del 50%. Junts per Catalunya, que iba en solitario, tenía como cabezas de cartel a tres exiliados: el presidente, Carles Puigdemont, y los consellers Comín y Ponsatí. Obtuvieron el 29% de los votos y eso provocó la consecución de los tres escaños para tres exiliados. Quien obtuvo el segundo lugar fue el PSC, encabezados por el experimentado Javi López, mientras que Esquerra Republicana, que iba de la mano de Bildu y BNG y encabezados por Oriol Junqueras, obtuvo tres escaños por todo el Estado y un 21% de apoyo en Catalunya. Entonces, la justicia española impidió que el líder de ERC saliera de prisión preventiva y fuera escogido eurodiputado, mientras que ha ido obstaculizando para los tres eurodiputados de Junts, como la lucha por las recogidas del acta de eurodiputado.
Junts mantiene a sus tres eurodiputados
Ahora, una encuesta sitúa un escenario de elecciones europeas similar a la del 2019. Junts per Catalunya mantendría sus tres escaños con el apoyo de un 5,1% de los españoles, a falta de saber si los de Puigdemont irán solos o hacen efectiva electoralmente su alianza con el Partido Nacionalista Vasco (PNV). También habrá que ver quién es el o la cabeza de cartel de Junts. Con la aprobación de la amnistía, a estas alturas se desconoce el papel que tendrá Puigdemont, mientras que tampoco se sabe qué harán Toni Comín y Clara Ponsatí (esta última cada vez más alejada de los postulados de Junts).
El sondaje, efectuado por Socimétrica y publicado por El Español, sitúa la alianza entre Esquerra Republicana, Bildu y BNG con un eurodiputado menos y el apoyo del 4,2% por todo el Estado. Es decir, pasarían de los 3 escaños actuales a los 2. Aquí, también habrá que ver quién es el cabeza de cartel de la alianza de izquierdas independentista. Hasta ahora, el republicano Jordi Solé ha sido la cara más visible, a causa del veto de la justicia española en Oriol Junqueras. Los tres partidos también podrían abrir la puerta a una alianza con Podemos, después de la ruptura de los de Irene Montero con Sumar.

El PP capitalizaría la amnistía
En España, el Partido Popular sería quien ganaría las elecciones con 25 eurodiputados y el 36,8% de apoyos. De hecho, aumentaría drásticamente sus resultados de hace 4 años, cuando obtuvo 13 y el apoyo de un 20,35%. El PP, por lo tanto, capitalizaría la lucha contra la amnistía y se podría convertir en la vanguardia del Partido Popular Europeo, que, de hecho, ha acompañado al PP español en su cruzada contra esta apuesta de Sánchez. Además, los populares conseguirían aglutinar a todos los votantes de Ciudadanos, que desaparecería del Parlamento Europeo. Sus 8 eurodiputados actuales no conseguirían mantener su sitio y el Partido de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE Party) desaparecería de España, teniendo en cuenta que, con la aparición de Ciudadanos, los liberales europeos rompieron con CIU y PNV en 2016.
Por su parte, el PSOE conseguiría un resultado similar al de hace cuatro años. Solo perdería a un eurodiputado y pasaría de los 21 a los 20. Eso sí, pasaría del 33,18% de los apoyos al 29,2%. Sumar también perdería a un eurodiputado en comparación con Podemos hace 4 años, mientras la formación lila y el PNV desaparecerían de la Eurocámara, a la espera de alianzas con ERC, BNG y Bildu, por una parte, y con Junts, por la otra.