La ley de amnistía llega a una de las fechas clave de su recorrido parlamentario. El pleno del Congreso debatirá mañana el texto que salió de la Comisión de Justicia y tendrá que dar luz verde a la proposición de ley en una votación final de conjunto que requiere la mayoría absoluta. Si se aprueba, se enviará al Senado. Sobre la mesa, todavía quedan enmiendas en solitario de Junts y de ERC, una transaccional entre los dos partidos independentistas y transaccionales de los juntaires con el PNV. El principal escollo sigue siendo el artículo relativo al terrorismo, que está en duda viendo las últimas maniobras del juez Manuel García-Castellón para acorralar a Carles Puigdemont. Ante este escenario, fuentes de Junts aseguran que no descartan votar en contra del dictamen de la comisión. Esta negativa no implicaría que la amnistía quedara definitivamente rechazada, sino que el texto volvería a la Comisión de Justicia, que tendría un mes para pronunciarse de nuevo. Eso daría tiempo a las negociaciones y permitiría retocar el texto con nuevas enmiendas transaccionales. A pesar de esto, los juntaires se comprometen a seguir negociando hasta el último minuto y confían en llegar a un acuerdo.

Por su parte, ERC también mantiene abierta la puerta hasta “último momento” para mejorar el texto, mientras que el PSOE da por cerrada por ahora la ley de amnistía (los socialistas admiten que “hay tiempo” para negociar con Junts y ERC, pero aseguran que están “cómodos” con el actual texto).

Dos transaccionales para suprimir la alusión al terrorismo

Fuentes de Junts aseveran que la formación aboga por una de las dos transaccionales que firmaron con ERC y con el PNV y que eliminan la referencia explícita al “terrorismo”. La pactada con ERC es un punto medio entre la transaccional con el PSOE que se aprobó a la Comisión de Justicia y la eliminación de la mención al terrorismo. Los dos partidos independentistas apuestan por suprimir la mención al terrorismo y mantener la exclusión (pactada con los socialistas) de los actos que hayan causado “de manera manifiesta y con intención directa violaciones graves de derechos humanos”, en particular, las previstas en el artículo 2 y 3 (referentes al derecho a la vida y prohibición de la tortura) del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, y en el derecho internacional humanitario. Por su parte, el acuerdo con el PNV pasa, directamente, por suprimir las referencias al terrorismo y al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.

Sea como sea, el pleno del Congreso se celebrará este martes, 30 de enero, a partir de las 15 horas en el hemiciclo de la cámara baja, una vez han acabado las obras que habían obligado a desplazar los plenos al Senado. El pleno debatirá el dictamen de la Comisión de Justicia y las enmiendas que ERC y Junts han mantenido vivas y votará, finalmente, estas enmiendas y el conjunto del texto en una votación final que, como la ley es orgánica, necesitará el voto de la mayoría absoluta para salir adelante. Fuentes del PP indican que pedirán la votación por llamamiento, igual que en las investiduras, como ya hicieron con la toma en consideración y con el debate de totalidad. Si el texto se rechaza, la iniciativa volverá a la Comisión de Justicia, que “tendrá que emitir nuevo dictamen en el plazo de un mes”, según regula el artículo 131.2 del Reglamento del Congreso. Si recibe luz verde, se enviará al Senado, que retendrá la proposición de ley durante dos meses. Posteriormente, la amnistía volverá al Congreso, que validará definitivamente el texto que haya salido de la cámara baja.