El renovado protagonismo alcanzado por Junts per Catalunya en los últimos días en el escenario político, y, especialmente, a raíz del intento de Pedro Sánchez de revertir la ruptura con los de Carles Puigdemont, ha puesto en guardia a Esquerra Republicana (ERC). El martes era el portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, quien advertía al presidente español sobre su “error” de intentar acercarse a Junts —que este martes han vuelto a cerrar la puerta a pesar del anuncio de aprobar cinco acuerdos incompletos—. Y este miércoles, el presidente del partido, Oriol Junqueras, ha sido taxativo: “Nosotros no dedicamos nuestro tiempo a pelearnos y a reconciliarnos en público varias veces al día porque tenemos un trabajo mucho más serio y mucho más importante. No regalar alcaldías a la extrema derecha y obligar al PSOE a hacer aquello que muy a menudo no querría hacer. El PSOE no hace, sino que se le obliga a hacer. No nos dedicamos a peleas y reconciliaciones cotidianas”.
El líder de los republicanos ha hecho estas declaraciones a la prensa durante una visita a València, donde ha podido conversar con personas afectadas por la devastadora Dana de hace un año. Junqueras se ha mostrado decepcionado porque “muchas de las cosas que se deberían hacer no se hacen y se mantiene un modelo económico depredador del territorio que favorece estas catástrofes”. A su entender, los desastres históricos vividos por el País Valencià, el del embalse de Tous, el del metro de Valencia o la Dana, no son solo una cuestión de “mala suerte” sino “de incapacidad de sus políticos y clase dirigente, de sus gobiernos”.
Al fascismo, ni agua
A preguntas de los periodistas, Junqueras ha abordado el papel de Junts y ERC en la política española con el gobierno de Sánchez en minoría parlamentaria y la legislatura bloqueada. Después de que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo pidiera a los empresarios catalanes que convencieran a Junts de sumarse a una moción de censura contra Sánchez, Junqueras ha dejado claro que “ERC nunca facilitará ni por activa ni por pasiva ningún gobierno con la extrema derecha ni con la derecha extrema”. “Nuestro compromiso con el país y con su gente es insobornable. Por lo tanto, ni agua al fascismo y máxima ambición y por la sociedad”, ha añadido. Precisamente, el día antes había tomado posesión del cargo de nuevo president de la Generalitat Valenciana Juanfran Pérez Llorca, en sustitución del dimitido Carlos Mazón, y gracias al apoyo de Vox al PP.
Sobre la estabilidad de Sánchez, y el hecho de que el presidente del gobierno español haya reconocido los incumplimientos con Junts, Junqueras ha señalado: “No me sorprende que reconozca incumplimientos porque efectivamente los hay. Pero forma parte de la tradición del PSOE incumplir sus compromisos y de la nuestra exigir ese cumplimiento y que se cumpla”. Por eso, no ha dudado que si Sánchez cumple, “seguro que encontrará la estabilidad que necesita”. “Es el gobierno español y el PSOE el responsable de cumplir con aquello a lo que se compromete si realmente quiere seguir con esta legislatura o no”, ha advertido. A su parecer, la ruptura de Junts con el PSOE no ha cambiado nada: “Todos los partidos se deben dedicar al servicio de la sociedad, y Junts también”. Junqueras ha citado problemas como la vivienda y la enseñanza.
Las confluencias de Tardà y Rufián con la izquierda
A preguntas de los periodistas valencianos, Junqueras ha expresado su parecer sobre las propuestas de su correligionario Joan Tardà para una alianza de la izquierda catalana que incluya a los Comuns y que Gabriel Rufián ha elevado a una propuesta de confluencia de ERC con Podemos, Sumar e IU en todo el Estado para frenar a la extrema derecha. Junqueras se ha desmarcado por partida doble. A Tardà le ha dicho que "ERC es la mejor de las versiones posibles de la unidad del progresismo en Catalunya comprometido con el país y su gente". Y a Rufián, que "Si las izquierdas españolas quieren ponerse de acuerdo, es evidente que nos parece muy bien, pero este es un trabajo de los partidos políticos españoles".
