650 millones de euros. Esta es la cantidad que el vicepresident de la Generalitat y conseller d'Economia, Oriol Junqueras, ha cifrado en referencia al impacto que tendría para las arcas de la Generalitat rebajar el IRPF a las rentas medias y bajas, es decir, las inferiores a 30.000 euros. Es más, ha asegurado que esta cifra se podría compensar "prácticamente íntegramente" con lo que recaudaría el impuesto sobre los depósitos bancarios, anulado por el Tribunal Constitucional después de un recurso del Gobierno español

En una visita institucional que ha realizado al Ajuntament de Sabadell, ha asegurado que con el impuesto en los depósitos bancarios se podría reducir "el diferencial" entre lo que pagan las rentas medias y bajas en Catalunya y en el resto de España, ya que soportan una presión fiscal del 12% y el 9,5%, respectivamente. Ha argumentado que contando con estos ingresos se podría compensar prácticamente íntegramente toda esta rebaja del IRPF.

Junqueras ha constatado también que el objetivo de la conselleria d'Economia es rebajar la presión fiscal a la rentas medias y bajas de Catalunya. No obstante, ha fiado la posibilidad de conseguirlo al "contexto general", haciendo referencia a la actitud del Gobierno español con respecto a los intentos de la Generalitat de conseguir ingresos a través de impuestos. En este sentido, ha ejemplarizado que sería posible rebajar el IRPF "si el Gobierno español no torpedeara constantemente, sistemáticamente, todas las propuestas que hace el Parlament de Catalunya".

Sin embargo, el conseller ha defendido que será el Parlament quien decidirá "soberanamente" qué "opciones cree que son mejores" sobre el IRPF. Ha reiterado que la conselleria ha elaborado un estudio con varios escenarios posibles con el fin de dar cumplimiento a una resolución del pleno de la pobreza. No obstante, ha añadido que estas medidas no irán en la ley de acompañamiento de los presupuestos pero que sí que se debatirán en el Parlament.

Rentas altas

Mientras tanto, la consellera de la Presidencia, Neus Munté, ha dado por hecho que el Govern no aprovechará la tramitación parlamentaria de los próximos presupuestos de la Generalitat para subir el IRPF a las rentas más altas. "Defenderemos que no es una medida efectiva", ha asegurado. No obstante, esta opción sí satisface ERC que se ha mostrado abierta a estudiarla. De hecho, en declaraciones en Onda Cero, Munté ha reconocido que "hay diferencias" de criterio entre convergentes y republicanos en este punto. Para Munté, un "incremento de estas rentas más altas consolidaría un sistema en el cual a quien recauda es el Gobierno de España" y la "devolución de esta recaudación" se produciría "a dos años vista".

A pesar de las discrepancias, ayer el secretari d'Hisenda de la Generalitat, Lluís Salvadó, ya anticipó que el Gobierno no modificará el tramo autonómico del IRPF a las rentas altas en su proyecto de ley de presupuestos, sin embargo, sí dejaba esta decisión en manos del Parlament, en el contexto de la negociación presupuestaria entre los grupos parlamentarios, cómo ha confirmado hoy mismo Junqueras desde Sabadell.

Inicialmente, donde sí hay sintonía es en el tramo de las rentas bajas y medias. Munté ha abogado por explorar una "rebaja de la presión fiscal a las rentas bajas y medias" y ha explicado que los últimos tiempos el Govern se ha planteado la necesidad de "estudiar nuevas fórmulas que permitan la recaudación de nuevos impuestos". La consellera ha asegurado que a pesar de existir un "escaso margen" para crear nuevas figuras impositivas, el Govern lo ha intentado, pero a menudo han sido "impugnadas" por el Ejecutivo central.