El largo informe de Jordi Pina, el abogado de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull en el juicio del procés, ha desbordado reproches contra la Fiscalía. Con vehemencia, como él mismo ha reconocido, y sin disimular el sentimiento de impotencia, Pina ha hablado de omisiones, silencios y errores, hasta reventar: "Nos hemos esforzado mucho por explicar las cosas, pero a la Fiscalía le ha entrado por una oreja y le ha salido por la otro".

Era la respuesta al durísimo informe con que la semana pasada los fiscales cerraron su intervención en el juicio. Apenas tomar la palabra, el abogado ha salido en tromba contra la tesis del fiscal Javier Zaragoza, que no estaba en la sala y que el martes pasado acusó a los responsables del procés de protagonizar un golpe de estado. "Los ciudadanos tienen que saber que en el derecho penal español en el siglo XXI, el año 2019, no existe el delito de golpe de estado", ha reprochado Pina para desacreditar la intervención de Zaragoza.

A partir de aquí, el chubasco no se ha detenido. Desde el otro lado de la sala escuchaba Consuelo Madrigal, a menudo con una sonrisa entre irónica e inexpresiva. A su lado, Jaime Moreno, recibía el repaso con menos alegría.

La rebelión y la sedición ha ocupado la primera parte del informe. Si por la mañana, Xavier Melero ha citado a un personaje de José Sazatornil, por la tarde, Pina ha replicado al poder que la fiscalía atribuye a la Generalitat, con una evocación de Gila descolgando el teléfono para gritar a la rebelión.

El abogado ha recordado que los dos días de vídeos ante el tribunal no aportaron ninguna imagen de violencia, excepto las tres escenas ya conocidas, y no ha podido evitar hablar en primera persona para recordar las manifestaciones multitudinarias y pacíficas que las entidades convocan el 1-O - "orgullo de país" - o el hecho de que él mismo fue a votar al referéndum. "¿Y al día siguiente, saben qué hice? Fui a trabajar. No pasó absolutamente nada", ha narrado.

Pina ha descalificado pruebas esencial de la acusación como la agenda Moleskine, pero sobre todo, el documento Enfocats, el "Sant Grial de la independencia" que, según ha dicho, nadie sabe de donde sale ni quien firma y que los acusados no han compartido de ninguna manera. "En esta vida, les puedo decir, ha mucho iluminado", ha lamentado en un comentario que ha levantado sonrisas en la sala.

El letrado ha reprochado pruebas aportadas por la fiscalía sobre las cuales no se preguntó a los acusados durante los largos interrogatorios lo cual les ha impedido refutarlas, pero también las pruebas rebatidas durante la causa y que no se han corregido en el informe final del ministerio fiscal, como la entrevista de Josep Rull en El Nacional. Sin embargo, las acusaciones más contundentes han llegado cuando ha abordado el informe sobre Sànchez. "Tengo la sensación de que la Fiscalía ha querido escarmentar de manera especialmente considerable a los líderes sociales", ha denunciado.

A Pina se le ha escapado alguna palabra malsonante mientras se desgañitaba en demostrar la absurdidad de las acusaciones - "se ha llegado a decir como elemento de violencia que se han lanzado contra la puerta de la comisaría de Via Laietana aviones de papel" -, pero después de tres horas, el momento en que incluso se ha roto el abogado ha sido al despedirse de sus defendidos en catalán: "A mis tres amigos, ha sido un honor, pero sea cuál sea la sentencia podéis estar tranquilos, sois gente de paz". Sin embargo, no ha podido acabar el despido que había preparado.

La sesión de la tarde ha acabado con Josep Riba, el abogado de Carles Mundó, que ha hecho un informe de un tono absolutamente diferentes y esencialmente técnico para rechazar las acusaciones de malversación que recaen en el su defendido y el resto de los acusados, así como la de desobediencia. "Todos los consellers sabían que era de imposible la ejecución de la Ley del Referéndum cuando la firmaron", ha sentenciado Riba, que ha asegurado que el objetivo de la ley era político y simbólico y no se preveía que se pudiera llevar a cabo sus previsiones presupuestarias.

El juicio continuará mañana con los informes finales de la abogada de Jordi Cuixart -Marina Roig- i la de Carme Forcadell -Olga Arderiu-. Seguirán los letrados que representan a Dolors Bassa -Mariano Bergés-, Meritxell Borràs -Judit Gené- y Santi Vila. Por la tarde llegará el turno final de los acusados. Un cuarto de hora como máximo para cada uno. Y el juicio quedará listo para sentencia.