El día siguiente de la conferencia del president Aragonès un año después de las elecciones del 14-F de las que surgieron la mayoría del 52%, el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Sànchez, ha querido valorar las palabras del president de la Generalitat, asegurando que ha echado de menos algunos elementos, como un recuerdo al president Puigdemont. Al mismo tiempo, ha reconocido en una entrevista en Catalunya Radio que comparte con Aragonès la necesidad de recoser la unidad del independentista. Con todo, Sànchez ha lamentado que un año después de las elecciones, Catalunya no cuenta con un "liderazgo fuerte" ni tampoco con un "Govern que marque una pauta que permita que la cuestión catalana esté sobre la mesa en la Moncloa o en Europa".

El secretario general de Junts, que ayer asistió al MNAC para escuchar al president de la Generalitat, ha asegurado que desde su partido no sabían cuál sería el contenido de la conferencia, en la que, según ha valorado, "lo más importante es lo que no dijo". Sànchez hace referencia así a la falta de concreción de Aragonès en su propuesta de unidad para forzar al Estado a moverse, sin especificar de qué manera se tiene que hacer. "Lo más relevante es que explique cómo quiere hacer lo que propone". Además, el expresidente de la ANC ha reconocido que algunos elementos del discurso lo sorprendieron, especialmente las palabras de Aragonès sobre los indultos. "Ha dicho que habían sido la primera prueba del diálogo con el Estado", ha recordado Sànchez, que cree que Esquerra Republicana tendría que dar explicaciones, ya que a él no le consta que la medida de gracia fuera fruto de una negociación política. De hecho, ha apuntado que "llegaron porque interesaban al Gobierno", delante de la presión de Europa.

Reconocimiento a Puigdemont

Por otra parte, también ha censurado que Aragonès no hiciera una referencia al president Carles Puigdemont y que "mezclara la mesa de diálogo con el exilio". Sobre el primer hecho, Sànchez ha querido destacar que la "fuerza del independentismo" creció entre el 2012 y el 2017, época en que el president en el exilio fue una figura clave. "He echado de menos una referencia explícita al president Puigdemont y al president Mas", ha concluido. A pesar de estas críticas, el secretario general de Junts ha rechazado "poner nota" a la conferencia haciendo valer que sí que hay puntos que comparte con el presidente, como la necesidad de unidad dentro del independentismo.

 

Esta unidad fue uno de los pilares centrales del discurso de Aragonès, y aunque coincide en que se tiene que ir a "la búsqueda de la unidad perdida" y que las palabras son necesarias en política, "si los hechos no las acompañan, las palabras no sirven". "No sé si hemos tocado fondo", ha reflexionado sobre la unidad, pero sea como sea ha pedido "rehacer entre todos la visión compartida de donde estamos y qué tenemos que hacer para seguir avanzando". Sobre la relación actual entre los dos socios de Govern, ha advertido que ninguno de los dos partidos ha sabido encontrar "las confianzas ni las relaciones que nos den fortaleza" y ha reclamado valentía para hablar de esta situación. Con todo, ha rechazado tratar desleal a ERC, porque los republicanos también lo podrían hacer: "Es cuestión de sentarse y hablar".

Alternativa a la mesa 

Por otra parte, Sànchez ha aprovechado para reiterar la necesidad de encontrar una alternativa a la mesa de diálogo, un año después de las elecciones: "Es una obligación". Además, ha recordado que la posición sobre la mesa siempre ha sido escéptica y que desde Junts se ha ido reiterando que no hay las condiciones para que esta funcione. Con todo, cree que el president ya mostró durante el discurso de Sant Esteve la necesidad de buscar otra opción y que la mesa de diálogo "no ha funcionado como ERC se esperaba".

Finalmente, Sànchez también se ha pronunciado sobre las polémicas de la semana, las dos protagonizadas por la presidenta del Parlament, Laura Borràs. Sobre la retirada del escaño del cupaire Pau Juvillà, ha apuntado que "es evidente que no se han hecho bien las cosas" y que la Cambra catalana se debe a la voluntad de sus representantes. Sobre la prohibición de los cortes de la Meridiana, ha considerado un error la decisión de Interior, ya que lo que hacían los manifestantes era "recordar algo que no tendríamos que olvidar", en referencia a la represión del Estado y cree que la polémica presencia de la presidenta del Parlament es innecesaria.