Nuevo portazo del Tribunal Supremo, que volverá a denegar a Jordi Sànchez su salida de la cárcel para poder asistir a la sesión de investidura si es el candidato de JxCat, según adelanta La Razón. El magistrado del tribunal Pablo Llarena no dejará en libertad a Sànchez, como ya hizo con el vicepresident Oriol Junqueras hace unas semanas.

Llarena lo justificaría bajo el argumento que tiene que evitar una "reacción violenta" y, denegándole la libertad, impediría que Sànchez volviera a organizar manifestaciones como la que se celebró el pasado 20 de septiembre delante de el Departamento de Economía, cuando la Guardia Civil registró el Departamento y retuvo a diferentes altos cargos del Govern.

Los de Francisco Marhuenda dan por hecho que tanto Sànchez como Junqueras serán inhabilitados cuando se produzca el juicio y aseguran que, por lo tanto, ninguno de los dos podría optar al cargo de president de la Generalitat.

El abogado de Sànchez, Jordi Pina, ya avanzó el sábado por la noche que pedirá permiso al juez Llarena porque el diputado de JxCat pueda ser investido president de la Generalitat en caso de que sea el candidato propuesto por el Parlament. Si esto se produce, el letrado anunció que solicitará la libertad incondicional, y en el supuesto de que el magistrado la deniegue, pedirá el permiso penitenciario para que pueda asistir a la sesión de investidura. "Si después tiene que volver a la cárcel, ejercerá como president de la Generalitat desde la cárcel", aseguró a TV3.