Jordi Pujol ha recibido el alta hospitalaria, según han confirmado fuentes de la familia a la ACN este viernes. Después de cinco días ingresado en la Clínica Sagrada Família de Barcelona por una neumonía, el expresidente ha abandonado el centro hospitalario en coche sin que los periodistas que lo esperaban en la puerta hayan podido verlo. En este contexto, su médico, Jaume Padrós, le ha pedido reposo, a las puertas del juicio. El caso es que Pujol está citado el lunes por videoconferencia para evaluar su estado de salud en el inicio del juicio contra su familia en la Audiencia Nacional, aunque debería hacer convalecencia en casa y no podrá hacer vida normal, según su médico. Padrós ya había pedido que la audiencia no sea pública para "no vulnerar su dignidad y honorabilidad".
El estado de salud de Pujol había evolucionado favorablemente en los últimos días y ya estaba previsto que pudiera recibir el alta este viernes, unas predicciones que se han cumplido sobre las doce del mediodía, cuando ha salido por un acceso secundario. En coche, ha accedido por el aparcamiento a su domicilio en la ronda General Mitre, muy cerca de la clínica. Desde aquí comparecerá el lunes ante la Audiencia Nacional a las diez de la mañana, por vía telemática. Con él comparecerán los médicos forenses para que ratifiquen el informe en el que reflejaron que no está en condiciones de declarar, y también lo podrán hacer por videoconferencia.
Pendientes de la citación del lunes
Está previsto que el juicio arranque el mismo lunes 24 de noviembre, a pesar de que este lunes leíamos el informe de los forenses que lo examinaron y que concluían que sufre un "deterioro cognitivo moderado" que hace que no esté "en condiciones físicas ni cognitivas para comparecer en un juicio", de la misma manera que tampoco dispone de la "capacidad procesal" para defenderse. Su defensa ha pedido a la Audiencia Nacional que archive la causa, aduciendo que el mencionado deterioro le impide afrontar el proceso. Así lo solicita Cristóbal Martell, su abogado, en un recurso interpuesto después de la decisión de la Audiencia Nacional de citar al expresidente el próximo lunes, por vía telemática desde su domicilio, para examinar su estado de salud.
La Fiscalía pide una condena de nueve años de prisión para Pujol, a quien acusa de integrar una trama para enriquecerse con comisiones de empresarios a cambio de adjudicaciones, hasta amasar una fortuna que habría ocultado en Andorra durante décadas. Todo, junto a su esposa, Marta Ferrusola, ya fallecida, y sus siete hijos.