La decisión sobre si es legal o no el aplazamiento de las elecciones al Parlament corresponde al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). Esta será, también, la valoración de la Junta Electoral Central en respuesta a una cuestión elevada por la candidatura de Primàries. Desde la JEC consideran que no son competentes en esta cuestión y que tendrá que ser el máximo tribunal catalán quien lo decida. Así lo adelantan a ElNacional.cat fuentes del árbitro electoral, que hoy dará su respuesta. El TSJC se pronunciará este martes sobre el cambio de fecha del 14-F al 30-M después de los múltiples recursos presentados.

De esta manera, la JEC prevé emitir hoy mismo una nota firmada por su presidente, Miguel Colmenero, que da respuesta a Primàries. Desde la junta electoral sostienen que ellos arbitran las decisiones y actos que tienen que ver con los procesos electorales, pero no con las convocatorias de estos comicios. La respuesta la tienen que dar los tribunales de justicia, en este caso el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya.

Una lluvia de recursos cayó ayer sobre la mesa del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que durante la jornada de hoy se tendrá que pronunciar. Son al menos cuatro, tres de formaciones políticas y otro de un particular. Dos de los impulsores de las impugnaciones son partidos próximos al PSC, como es el caso de Federalistes d'Esquerres o la Lliga Democràtica. Sin embargo, los socialistas han negado estar detrás, a pesar de ser el único partido que se oponía al aplazamiento electoral.

Justamente el recurso del particular es el que que pide al TSJC que decrete medidas cautelarísimas. El tribunal lo tendrá que resolver de manera urgente este mismo martes. El recurso solicita que se deje sin efecto el decreto que suspende las elecciones. Los otros recursos, los de los partidos, ponen el foco en la vulneración de derechos o falta de competencias y evitan solicitar unas cautelarísimas que creen prácticamente inviables.

La sombra del PSC

La Lliga Democràtica y Federalistes d'Esquerres, dos fuerzas políticas en la órbita de los socialistas catalanes, han exigido que se tumbe la decisión del Govern de la Generalitat de anular los comicios previstos por el 14-F. Concretamente, impugnan el decreto de suspensión que firmó Pere Aragonès el viernes. El argumento, que "puede suponer la suspensión de la democracia y la perpetuación de un gobierno en funciones y sin control en el poder".

La actitud de los socialistas catalanes contra el aplazamiento de las elecciones catalanas, acordado entre el Govern y la mayoría de partidos con representación en el Parlament —todos excepto el PSC—, ha enervado a ERC, que sospecha que el gobierno de Pedro Sánchez "está maniobrando para interferir" en las elecciones catalanas, como pasó con el 155, presionando a determinados actores de su entorno para evitar el aplazamiento por la vía judicial. Vilalta lo ha definido como un ejercicio de "cinismo, frivolidad e irresponsabilidad". La líder de ERC lamenta que "jueguen a hacer electoralismo en vez de priorizar la salud de las personas".