La crisis interna del PP que le costó la cabeza a Pablo Casado finalmente ha culminado con el triunfo que Isabel Díaz Ayuso tanto anhelaba: la presidencia del PP de Madrid. El Partido Popular celebra este fin de semana en la capital española el congreso extraordinario que ha escogido de la nueva líder del PP a la Comunidad de Madrid con el 99% de los votos, cargo que hasta ahora ocupaba Pío García Escudero. Precisamente, Díaz Ayuso era la única dirigente popular autonómica que no contaba con la presidencia del partido a su comunidad, y su ambición para alcanzar el cargo fue un elemento clave en su pugna con Casado. El expresidente del partido no ha sido invitado al acto.

El fin de 'lo era Casado'

Ayuso ha sido acompañada en esta primera jornada por los presidentes autonómicos del PP, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra; el coordinador general del PP, Elías Bendodo, y el subsecretario institucional del PP, Esteban González Pons. Mañana lo acompañará el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, a quien Ayuso ha agradecido su confianza "sin tutelas", al mismo tiempo que le ha trasladado que el PP madrileño es su "casa". "Es tal la confianza en que ha depositado en nosotros que cada vez que ha hablado del congreso solo ha preguntado "en qué puedo ayudaros", ha declarado. A pesar de la escalada de tensiones cerca la crisis interna del partido, Ayuso ha aprovechado su victoria para escenificar la reparación de las relaciones con Almeida. "En el comité de dirección habrá, el primero, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida," ha expresado Ayuso. Ha indicado que "José Luis" y ella no son "dos mitades". "Como todo el mundo sabe, por cuestión organizativa él encabezó una lista electoral y yo otra en 2019. Fuimos dos listas, pero hoy somos un mismo equipo", ha señalado.

Pasar página

La presidenta madrileña ha diseñado un PP "renovado casi al 100%" con nuevos nombres y cuatro subsecretarías que encabezan Ana Millán, Jesús Moreno, Inmaculada Sanz y Jorge Rodrigo. Además, Alfonso Serrano será el secretario general y ha integrado tanto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como personas de su equipo. La dirigente madrileña ha pedido humildad a su nuevo equipo, ya que quiere "gente que venga sufrida a la política", que no tengan "miedo a los cambios ni a tomar decisiones", respeto "sagrado al afiliado", entrega "absoluto al ciudadano", profesionalidad "en el servicio público" y ha prohibido, "bajo amenaza de penalti y tarjeta roja", hablar "con perspectiva de género". "Quiero un equipo que haga relevos atléticos, es decir, que ceda el testigo a tiempo, sin llegar nunca a saborear la decadencia. Sin vacíos de poder ni miedos. Estamos aquí corriendo a fondo por un tiempo. Sin egos ni rencores: es muy probable que los que vengan sean mejores que nosotros. Siempre hay que aspirar a ir a mejor. Nadie tiene que ser insustituible", ha manifestado en su intervención.