Presos políticos encerrados desde hace meses, Valtònyc condenado a tres años y medio de prisión por injurias a la Corona, Pablo Hasél a dos años y un día por lo mismo que el otro rapero y por enaltecimiento del terrorismo, el libro Fariña secuestrado por una jueza... Mientras tanto, el president Carles Puigdemont, en el exilio con cuatro consellers más desde hace más de cuatro meses, va recibiendo cada día su dosis diaria de insultos y amenazas. Pero no pasa nada. La justicia, en este caso, no ha movido ni uno solo dedo.

Eso sí. Hace tres días, un informe policial desestimaba totalmente que las amenazas que recibió desde un tanque por parte de dos civiles se puedan considerar delito y añadía que, además, las tenía bien merecidas porque, según apuntaba el escrito, se produjeron "en un contexto previamente creado por la persona destinataria de su sarcasmo".

Según ha hecho público hoy su asesor, Puigdemont recibe cada día unas 40 amenazas directas a través de las redes sociales, sin embargo, subraya, "supongo que" la 'justicia' española "dirá que él se lo ha buscado, como las amenazas que recibió desde un tanque".

Entre las amenazas e insultos destacan el "te queda poco tiempo, hijo de puta", "si vienes a España te mato, tonto" o "quien no se sienta español, que se muera".