Íñigo Errejón ha sido procesado por la presunta agresión sexual a la actriz Elisa Mouliaá, según consta en un auto de este viernes. El titular del Juzgado de Instrucción Número 47 de Madrid, el juez Adolfo Carretero, ha acordado procesar al exdiputado de Podemos y Sumar al considerar que hay indicios de que cometió el delito, en el año 2021. El juez ha dictado auto de transformación de las diligencias previas en procedimiento abreviado, equivalente a procesamiento y que marca el fin de la instrucción. Así, da diez días a las acusaciones para que presenten sus escritos solicitando la apertura de juicio oral o el archivo de la causa.

En el auto, Carretero da veracidad al testimonio de la denunciante y afirma que "los indicios (contra Errejón) existen y no han sido totalmente desvirtuados por la versión del investigado, su prueba pericial y documental", de manera que "el procedimiento no puede ser archivado" en este momento. Dado que no hay testigos "presenciales", el juez considera que "el principal indicio probatorio" es la declaración de Mouliaá, que ha analizado "desde el punto de vista de un instructor y no de un juzgador".

La declaración de Mouliaá, coherente

El instructor incide en el hecho de que la artista "no tenía ningún móvil espurio, enemistad, odio o venganza" contra el exdiputado, "sino más bien todo lo contrario", al tiempo que subraya que "su declaración es coherente en lo esencial". Así, explica que "las posibles lagunas o contradicciones en su declaración (la de Mouliaá), las aclaró ante este instructor, después de un largo y exhaustivo interrogatorio, en el cual en todo momento mantuvo la coherencia, explicando que si no reaccionó ante el abuso más rápidamente, como hizo en el tercer episodio, fue porque estaba aturdida, bloqueada ante la situación y la personalidad de su presunto agresor, además del efecto de la bebida y los medicamentos que tomaba".

Carretero insiste en que "no se aprecian vaguedades ni contradicciones" en la declaración de Mouliaá, salvo la falta de reacción —"explicable por su bloqueo emocional y la repetida personalidad" de Errejón, que era un "importante político"—. En esta línea, destaca que el exdiputado dimitió "por conductas inapropiadas con mujeres", a pesar de que Errejón dijo que lo sucedido con Mouliaá no tenía nada que ver. "En relación con la persistencia en la incriminación hay que decir que el retraso de la denuncia según el Tribunal Supremo es un dato a tener en cuenta, pero que no supone que la denuncia tenga que ser falsa", añade. Finalmente, hace referencia a que la artista dijera en una conversación telefónica que le parecía que los hechos no eran delito, e incide en la idea de que tal comportamiento "no supone que no lo sean". "La denunciante no es experta en Derecho ni tiene que calificar los hechos, bastando con que los exponga, como ha hecho", concluye. La decisión ha llegado después de trece meses de investigación en los que ha tomado declaración a Errejón, Mouliaá, testigos y psiquiatras. Como parte de las indagaciones, el juez también llegó a pedir al exdiputado y a la actriz que aportaran las conversaciones que intercambiaron en las fechas próximas a la agresión denunciada.

 

Según la denuncia de Mouliaá, los hechos habrían tenido lugar en el marco de la presentación de un libro de Errejón y después de casi un año hablando por redes sociales. Una vez acabado el acto, la artista sostiene que fueron a tomar unas cervezas a un bar cercano cuando ella tenía previsto asistir esa noche a una fiesta en casa de un amigo, a la que invitó al político que la acompañara "por educación". Ya en el coche, Errejón habría adoptado una "actitud dominante" y, en el ascensor, la habría cogido "fuertemente" de la cintura y besado de forma "violenta", dejándola "sin respiración". En la fiesta, después de bailar y hablar con otros asistentes, la habría llevado "a la fuerza" a una habitación, donde se habrían producido varios tocamientos "sin el consentimiento" de la actriz. Mouliaá describe que el exdiputado le quitó el sujetador, le dijo frases "lascivas" y la empujó sobre la cama, donde se sacó el miembro y le hizo tocamientos. Fue en ese momento cuando, "paralizada", le habría dicho que ella "quería seguir en la fiesta", mientras que él le puso como condición que "en 20 minutos ambos tenían que irse a su casa". Un rato después, fueron en coche hasta casa del político, donde él habría reanudado los tocamientos a pesar de que ella le habría comentado que se sentía "muy incómoda" porque todo lo que pasaba era "muy violento". Finalmente, le dijo: "Íñigo, solo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo"

Errejón ha negado la versión de la actriz, y solo reconoce haberla besado en el ascensor y haberle hecho tocamientos "con su consentimiento". Ninguno de los testigos que han declarado presenciaron los hechos, ya que se desarrollaron en la intimidad. Los testigos han manifestado que no vieron nada extraño y que tampoco se enteraron si Mouliaá estaba bajo los efectos del alcohol, aunque uno de ellos sí dijo que al día siguiente la actriz le dijo por teléfono que el exdiputado era un "baboso, que se había pasado con ella en la casa y que lo tuvo que parar". Según el juez, "las pruebas periciales refuerzan la versión de cada una de las partes".