Hoy, definitivamente, ha sido el último Consejo de Ministros de Salvador Illa. También ha sido su última rueda de prensa desde el Palacio de La Moncloa. Se va a Catalunya, ya a hacer de candidato del PSC "al 101%". En este contexto, el dirigente socialista catalán ha querido tener unas "últimas palabras". Ha admitido que la situación es "preocupante", con la tercera ola de coronavirus desbocada, pero se ha comprometido a seguir luchando por "derrotar" la pandemia desde las nuevas responsabilidades que le corresponda ocupar después del 14-F. Ha evitado malas palabras y todo han sido agradecimientos, especialmente a los sanitarios. Ha cogido la bandera de la "cogobernanza".

Hoy es su último día al frente del Ministerio de Sanidad. De hecho, esta misma tarde, el presidente español Pedro Sánchez se trasladará al Palacio de la Zarzuela para informar al rey Felipe VI de la recomposición del gobierno. No será hasta entonces que revelará los nombres, pero ya se da por hecho que Carolina Darias asumirá Sanidad y el catalán Miquel Iceta se quedará con la cartera de Política Territorial. De hecho, Iceta ya está en Madrid. Los dos jurarán el cargo mañana mismo ante el monarca.

En su último Consejo de Ministros, ha dejado un acuerdo: prorrogar por tercera vez la prohibición de viajes al Reino Unido. En este sentido, en la rueda de prensa posterior, ha informado de que hoy por hoy hay 195 casos confirmados y 121 sospechosos de la cepa británica, pero ha advertido que, como se ha visto en otros países, puede acabar convirtiéndose en dominante. También ha repasado los datos más recientes de la pandemia en el Estado español, que se encuentra en un "escenario de preocupación", con la incidencia acumulada por encima de 800 casos en las últimas dos semanas y un ritmo creciente de ocupación de camas de hospital y UCI.

A pesar de todo, el ministro de Sanidad ha quitado importancia al hecho de marcharse en este momento, porque en el Ministerio hay "un magnífico equipo de trabajadores públicos" que seguirán haciendo un "trabajo magnífico" contra el coronavirus. "No me arrepiento de nada de lo que he hecho", ha respondido preguntado en este sentido. Ha dejado claro que no se mueve "por conveniencias o comodidades personales". Y ha cerrado el debate: "Lo dejo en el momento que lo tengo que hacer".

Sus "últimas palabras" han sido de agradecimiento. En primer lugar, a los miembros de las comisiones de Sanidad del Congreso y el Senado, a quien ha plantado sin dar explicaciones. En segundo lugar, también a los 23 consejeros de Salud con los que ha trabajado codo con codo durante estos meses. Aunque el año "no ha sido fácil", ha subrayado que han llegado a "muchos puntos de acuerdo". Finalmente, ha tenido un agradecimiento a todos los profesionales sanitarios, "desde el médico especialista y el celador hasta la persona que hace tareas de limpieza". Ha admitido que el momento "más complicado" como ministro fue cuando restringió "el acompañamiento a los familiares".

Pasando página y con la vista puesta en el 14-F, Salvador Illa ha dicho que en esta nueva etapa "dará lo mejor de él mismo para derrotar" al virus como ha hecho hasta ahora, y ha garantizado que "vamos a lograr erradicarlo". Ha afirmado que ha sido "un honor" servir como ministro y que se marcha de Madrid "con mucha pena" y dejando a muchos amigos. "Me siento un servidor público. Siempre estaré allí donde crea que pueda ser más útil", ha concluido.

Descarta confinamiento total

A pesar de los datos catastróficos que sigue dejando la tercera ola, Salvador Illa ha querido subrayado que en siete comunidades autónomas "se observa no sólo una estabilización sino un descenso de los casos". Y ha defendido que, si se ha conseguido en estos territorios, es gracias a las medidas contempladas por el actual estado de alarma. En este contexto, el ministro saliente ha vuelto a descartar el escenario de un confinamiento domiciliario. "No hace falta ahora mismo", ha reiterado el dirigente socialista. Aun así, ha explicado que durante la próxima reunión del Consejo Interterritorial con las comunidades se analizará la recomendación de Bruselas de confinar las zonas con una incidencia superior a 500.