El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha hecho un llamamiento a la convivencia y a huir de la intolerancia en un contexto de crecimiento de la extrema derecha y los populismos en lo que es su segundo mensaje institucional en motivo de la Diada nacional de Catalunya. En el discurso, el president ha hecho una apuesta también por lo que ha definido como la "Catalunya centrada", que, ha manifestado, tiene que destinar sus esfuerzos a crear una prosperidad que llegue a todos los rincones del país "para reducir desigualdades". Durante este primer año de legislatura, Illa se ha ido refiriendo constantemente a su modelo de "prosperidad compartida".

En el breve discurso del president también ha habido espacio para otros temas relevantes y de actualidad, como son la crisis de vivienda, el autogobierno, la situación del catalán, sacando pecho del Pacte Nacional per la Llengua, pero sin hacer referencia al golpe del TSJC (ya ha anunciado que el Govern recurrirá la sentencia) o la emergencia climática. Aunque Illa llegó al Govern pocos meses después de que el Congreso aprobara la ley de amnistía, este año ha tenido que volver a pedir la "participación plena de todos los actores escogidos por los catalanes y las catalanas", ya que algunos de los líderes del procés, empezando por Carles Puigdemont y Oriol Junqueras,  todavía no han sido amnistiados. El discurso ha sido grabado desde el Palau de la Generalitat, concretamente en el Saló de la Verge de Montserrat, coincidiendo con la celebración del milenario del Monestir. La imagen de la Moreneta ha sido muy visible al inicio de la transmisión.

"Catalanes y catalanas: es la hora de centrar nuestras energías en aquello que es realmente importante. Es el momento de centrar Catalunya", ha afirmado al final de su mensaje, en línea con su apuesta por la normalización política después de los años del procés. Así, ha pedido que el país se focalize en generar prosperidad, garantizar el acceso a la vivienda "para que se convierta en un derecho real y protegido, no un negocio sin límites" y que en los últimos meses se ha convertido en el principal dolor de cabeza de los catalanes. También en la seguridad, "para que disfrutemos con tranquilidad de nuestras calles y plazas", o en potenciar los centros de investigación, universidad o el tejido empresarial. "Un país se hace día a día. Mañana, durante la Diada, tenemos una buena oportunidad de demostrarlo una vez más. Con esperanza, con sentido cívico, con solidaridad y honestidad," ha añadido en un discurso en el que no ha hecho ninguna referencia al modelo de financiación para el país, una cuestión que Esquerra Republicana les reclama día tras día si quieren seguir teniendo su apoyo en el Parlament.

Catalunya, una "nación viva" que no se puede dejar llevar por la intolerancia

En un contexto de subida de la extrema derecha y de discursos excluyentes, también en el país y en la cámara catalana, el president de la Generalitat ha hecho un llamamiento a "fortalecer la cohesión social y territorial". "Toda nación viva, como Catalunya, está hecha de raíces, de continuidades y de novedades que nos enriquecen", apunta el president en su discurso institucional, en el que reclama no excluir a nadie, ninguna persona que venga desde fuera de Catalunya para vivir en el país. "Catalunya nunca se ha dejado llevar por la intolerancia y tampoco permitiremos que lo haga ahora", ha avisado. A menudo, las únicas intervenciones que comparte Illa en sus redes sociales después de una sesión de control incluyen este mensaje, en respuesta a las preguntas de la extrema derecha.

Con respecto al catalán, Illa ha reconocido que la lengua se enfrenta a un desafío importante, sin hacer referencia a los malos datos de uso social y trasladando el foco al lado positivo de la cuestión: "Es un gran reto, pero lo alcanzaremos, estoy convencido, si compartimos la ilusión de las personas que este año se han decidido a aprender catalán gracias a las 40.000 plazas de cursos que ofrecemos". Esta misma jornada, la lengua ha sufrido un golpe por parte de la justicia, ya que el TSJC ha anulado varios artículos clave del decreto lingüístico educativo de la Generalitat del 2024, con el que se pretendía blindar la lengua en las escuelas. El president ya ha confirmado la intención del Govern de recurrir la sentencia, como también han hecho la ANC y Plataforma per la Llengua.

"La inmensa mayoría queremos mirar adelante"

La presidencia de Illa supuso el punto final de años de mayoría independentista en la cámara catalana, con un movimiento que llega a la Diada muy dividido. Empezó la legislatura reclamando la aplicación de la ley de amnistía pactada por el Gobierno con Esquerra y Junts en el Congreso y un año después lo ha vuelto a hacer, ya que los principales líderes del procés, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, todavía no han sido amnistiados. Sin hacer referencia a la ley en sí, ha reclamado la "participación plena de todos los actores políticos escogidos por los catalanes y las catalanas", ya que, ha asegurado, una mayoría de los catalanes quiere dejar atrás los años del procés y "mirar adelante". "La nación catalana se construye con esperanza de futuro y el consenso renovado de toda la ciudadanía", ha reiterado.

Emergencia climática y contexto global

Illa, sin embargo, ha empezado su discurso haciendo referencia a unos cambios globales que muestran la vulnerabilidad de sus actores, empezando por los incendios, resultado de un cambio climático que ha apostado por "afrontar de manera integral". Ha hecho mención de los fuegos de principios de verano que se produjeron en varios puntos del país y que dejaron víctimas mortales, pero también de los trabajadores de emergencia catalanes, también por su solidaridad a la hora de luchar contra las llamas en otros puntos del Estado. El president de la Generalitat no se ha olvidado de la situación en Gaza, que ha descrito como un "genocidio que sufre el pueblo palestino en manos del gobierno de Israel" y ha subrayado su compromiso con "la Europa de los valores democráticos".