La entrega de la Medalla d'Or de la Generalitat a título póstumo a Muriel Casals ha servido para empezar los actos de la Diada, en un curso decisivo para el futuro de la hoja de ruta independentista. El president, Carles Puigdemont, ha aprovechado su intervención para garantizar la fidelidad con el compromiso que encarnó Casals con el procés.

Puigdemont ha subrayado que, a pesar del vacío que ha representado su pérdida, son muchos los que continúan "el trabajo y la vida exactamente igual como las habría querido, las habría luchado y exigido Muriel". "Al fin y al cabo tendremos que rendir cuentas y poder hacerlo sin que se nos pueda decir que no hemos sido fieles al compromiso contraído con los ciudadanos que Muriel supo representar como nadie", ha subrayado.

Al lado de Puigdemont, seguía el acto a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que compartió desde la Assemblea Nacional Catalana (ANC) el protagonismo de Muriel en la primera línea del procés independentista.

Movilización

Puigdemont ha lamentado que no se le pudiera hacer este homenaje a Casals en vida, y, a las puertas de la movilización del 11 de Setembre, ha recordado que el agradecimiento a su trabajo se puede hacer asistiendo a un acto solemne como el que se estaba realizando pero también "movilizándonos como habría hecho ella para hacer posible el sueño compartido".

El president ha cerrado el acto recordando que el expresident Artur Mas había descrito a Casals como "la mejor de todos nosotros" y ha asegurado que "lo sigue siendo y hoy lo decimos a los ojos del país".

Han recogido la medalla el nieto de Muriel Casals, Max, y su hija, Laia Gasch, que ha querido dedicar este reconocimiento a los jóvenes y a los creadores. "Que el ejemplo de Muriel nos sirva para recordar que no hay un país mejor si no es trabajando también por los jóvenes y los creadores", ha señalado.

El exconseller de Economía Andreu Mas-Colell se ha encargado de glosar la figura de la expresidenta de Òmnium, a quien ha descrito como "una gran dirigente de un gran movimiento cívico".

En el saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat había presente la totalidad del Govern con el vicepresident, Oriol Junqueras, y la consellera de Presidència, Neus Munté, así como los diputados del grupo parlamentario de Junts pel Sí, del que formaba parte Casals, y representantes del resto de grupos del Parlament. Igualmente, han acudido al Palau de la Generalitat una importante representación del mundo social y cultural catalán en el que la expresidenta de Òmnium tuvo una intensa actividad. El acto se ha cerrado con Els Segadors y gritos de independencia coreados por los presentes.

 

Muriel Casals, que desde la presidencia de Òmnium se convirtió en uno de los principales rostros de la movilización en la calle a favor del procés independentista, se incorporó a la candidatura de Junts pel Sí en las elecciones del 27 de septiembre pasado. El 14 de febrero murió como consecuencia de las heridas que había sufrido unos días antes en un accidente en Barcelona.