Desde la ausencia del Rey en el acto judicial en Barcelona de este viernes, se ha disparado una retahíla de reproches cruzados. Los grupos más favorables a la monarquía no han tardado en cerrar filas y defender la institución del jefe de Estado, entre los cuales algunas asociaciones de la Guardia Civil como la Asociación PRO Guardia Civil de Barcelona.
En un breve tuit, pero contundente, han recordado el discurso de Felipe VI el 3 de octubre de 2017, después del referéndum del 1-O. "Cuando el 3 de octubre de 2017 nos asediaban en nuestros cuarteles en Catalunya, el Rey puso en todo un país de nuestro lado", explican desde su Twitter. Por eso, ahora apoyan al Rey.
Cuando el 03 de octubre de 2017 nos asediaban en nuestros Cuarteles en #Cataluña el Rey puso a todo un país de nuestro lado.
— Asociación PRO Guardia Civil (@APROGC) September 25, 2020
Hoy, desde #Barcelona los guardias civiles nos ponemos del lado del Rey. V.E.R.D.E #YoConElRey#HablandoCLARO 🇪🇸 pic.twitter.com/gLG4Fb7s1M
Crisis entre las instituciones del Estado
La conversación de Felipe VI con el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, lanzó un dardo envenenado al gobierno de Pedro Sánchez. "Me hubiera gustado estar", dijo el Rey, desautorizando así las justificaciones del Gobierno sobre su veto. Desde el mismo ejecutivo, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, criticó al Rey de maniobrar "contra el gobierno democráticamente elegido".
La posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible.
— Alberto Garzón���� (@agarzon) September 25, 2020
Por estas declaraciones, el Partido Popular pide ahora su dimisión. "Las declaraciones de Alberto Garzón exigen que presente su dimisión o que se le cese de manera inmediata. El colmo de este Gobierno es que pretende destruir las instituciones del Estado, desde dentro", ha pedido la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor (PP).
Calmar los nervios
La vicepresidenta primera española, Carmen Calvo, ha intentado poner paños calientes en el estado de nervios que se vive en Madrid, por la inédita crisis política entre las instituciones del Estado, que se añade al descontrol de la pandemia del coronavirus en la capital española y su región. Al mismo tiempo están apareciendo las primeras voces discordantes en el PSOE.
"Todo el mundo se tendría que empezar a tranquilizar. Todos y cada uno nos tenemos que mantener en nuestra posición constitucional. Y cuando digo todos, quiero decir todos", ha afirmado Calvo en declaraciones a los medios después de inaugurar este sábado unas jornadas del PSOE sobre la abolición de la prostitución.