La Vanguardia cierra hoy domingo la crisis de Gobierno que el mismo diario había abierto ayer sábado con un titular que, si fuera persona, te la imaginas angustiada, a punto de desfallecer, la frente mojada, ojos de par en par y labios temblorosos que reclaman "las píldoras, las píldoras... en el bolsillo del reloj..." manoteando con urgencia. "Aragonès abre una crisis en el Govern por la ampliación del Prat", decía el titular. "El futuro de una inversión de 1.700 millones de euros", decía el antetítulo, como alertando de cuántos millones se van por el fregadero por la manía de proteger a cuatro pájaros y dos cañizales. La causa del descalabro nervioso era la oposición del presidente Aragonès a la ampliación del aeropuerto por de las afectaciones graves al estanque de la Ricarda que contiene el plan.
Este domingo, sin embargo, la misma La Vanguardia titula que "el Govern cierra filas sobre la ampliación del Prat", que ha adoptado una posición conjunta y "no avalará ningún proyecto que destroce la Ricarda". Es decir, en un día, el Govern ha pasado de la crisis a cerrar filas. Quizás el president Aragonès es un taumaturgo político de primera. O quizás quienes hacían la portada el viernes confundieron sus deseos y preferencias con el bien común universal y dictaminaron que si el Govern no se ajustaba a ellos es que estaba en crisis. Que sólo era una manera de decir que al diario no le gusta que se pongan trabas a la ampliación del Prat. Es una crisis que ha durado una sola portada. Es mucho más de lo que duró la república catalana del 2017.
Si te gusta leer diarios de papel los domingos, hoy no es el mejor día. Si tenemos que hacer caso a lo que anuncian las portadas, nos espera un domingo de aburrimiento colosal. A veces pasa. No puedes pretender que un domingo y otro los diarios sean un hit. Mira The New York Times del sábado, por ejemplo. Es complicado estar siempre a la altura. Este domingo, Ara nos explica cómo aprende el cerebro. La Razón cuenta que las mujeres en Afganistán las pasan canutas (¡no puede ser!). El Periódico, un contraste, abre la portada al comisionado de asuntos exteriores de la UE, Josep Borrell, que blanquea la realpolitik de Bruselas de reconocer a los talibanes. El Mundo dice que el PSG tiró la casa por la ventana para fichar a Neymar y que de aquellos polvos vienen estos lodos. ABC vuelve con ETA diciendo que todavía hay 377 asesinados por la banda terrorista de los que se ignora el autor —el diario será creíble el día que haga una portada parecida con las fosas de la Guerra Civil. El Punt Avui entrevista a Elisenda Paluzié, presidenta del Assemblea Nacional Catalana, que sorprende al mundo diciendo que la independencia está por hacer y que los partidos no se ponen de acuerdo. Mira por dónde.
También tienes El País, que entrevista a Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español, y le deja decir que todo lo que ahora va mal irá bien antes de que acabe el año —empezando por el precio de la luz— y que los del PP son muy malos y no quieren renovar el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y tantas cosas más. Sólo para que lo sepas: esta entrevista es, en realidad, el tradicional ritual de presentación de la nueva directora del diario a sus lectores y al mundo mundial a lo que siempre se presta el inquilino de La Moncloa. Una bonita tradición española.
