El abogado Gonzalo Boye ha denunciado públicamente que alguien está fotografiando sus oficinas y también a sus compañeros de despacho. Así lo ha afirmado a través de las redes sociales, donde ha compartido cuatro imágenes de una persona utilizando un dispositivo similar a una tableta para hacer fotografías de su despacho."¿Quién será esta persona?", se ha preguntado el abogado.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha respondido el tuit de Gonzalo Boye y ha afirmado que "no tiene mucha pinta de turista". Hay que recordar que Boye, abogado de Carles Puigdemont, ha denunciado varias veces asaltos en sus oficinas. El primero tuvo lugar en enero de 2020, cuando un grupo de desconocidos accedió a la fuerza a su despacho en Madrid. "Han entrado en nuestro despacho durante la noche", escribió en Twitter el letrado, explicando que se lo había encontrado "todo revuelto". Asimismo, acompañó estas palabras de imágenes en que mostraba los destrozos que hicieron los asaltantes a material informático, concretamente del servidor. Según Boye, los ladrones no se llevaron los ordenadores, "pero parece que les interesaba nuestro servidor", detalló. También se encontró cajones y armarios revueltos donde el abogado guardaba documentación.

Nueve meses más tarde, la situación se repitió y Boye volvió a hacer público que personas sospechosas habían entrado a la fuerza en sus oficinas. "Por segunda vez en menos de nueve meses hemos recibido visita de desconocidos que, aparentemente, no se han llevado nada... Veremos si tampoco lo han llevado", expuso, en referencia a un posible caso de espionaje. De nuevo, adjuntó fotografías del estado en el que encontró el despacho. En ellas se puede ver cómo forzaron y rompieron una reja que protegía una ventana pequeña por donde se podía acceder a una de las habitaciones del edificio.

Intento de asalto a la sede del Consejo de la República

Aparte, el 12 de enero de 2021, cuatro individuos intentaron entrar en la sede del Consell per la República en Bruselas, aunque, en este caso, no consiguieron acceder. En los vídeos captados por las cámaras de vigilancia del edificio se ve como cuatro personas entraron por el parking con mochilas, mascarillas y capuchas o gorra, subieron por unas escaleras y manipularon una cuerda delante de la puerta de la sede del organismo. Finalmente, no pudieron abrirla y, al marcharse, escondieron la cabeza a fin de que las cámaras no captaran su rostro y evitar ser identificados.