El Govern de la Generalitat, presidido por Salvador Illa, reanuda esta semana su actividad después de las vacaciones del mes de agosto. De hecho, lo hará por partida doble: primero, este martes celebrará la habitual reunión del Consejo Ejecutivo en el Palau de la Generalitat y, segundo, el president Illa ha convocado a los consellers y miembros del Govern este viernes y sábado a unas jornadas de trabajo en las Terres de l'Ebre para preparar el nuevo curso político. Estas 'convivencias' será en el parque natural de los Ports, precisamente, una parte del país donde un incendio quemó más de 3.000 hectáreas y murió un bombero este pasado mes de julio. De hecho, son las terceras 'convivencias' que hace el Govern Illa más allá de la capital catalana. Cuando fue investido, Illa reunió su gobierno en Poblet, un lugar simbólico para él y para uno de sus referentes políticos: el president Tarradellas. El pasado mes de abril, el Gobierno se reunió en el Vall de Núria, con el caos de Rodalies como una de las principales carpetas, los pactos de investidura y desde donde quiso hacer frente a los aranceles de Trump.
Primero, en Poblet encargó a cada uno de sus consellers 'deberes' a cumplir durante su mandato, con la sequía como tema dominante a la política catalana. Con este tercer encuentro, el ejecutivo hará un análisis del contexto actual y abordará las grandes líneas políticas para los próximos meses: liderazgo económico, vivienda, reforzar la seguridad y acelerar la reforma de los servicios públicos. Pero uno de los principales temas que tendrá que afrontar son los presupuestos de la Generalitat para el 2026, después de dos años sin ser vigentes.
Presupuestos, ligados a los cumplimientos de investidura
Uno de los principales objetivos que tendrá el president Illa es la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, que hace dos años que no son aprobados. Ahora bien, irán ligados al cumplimiento de los acuerdos de investidura, sobre todo con respecto a la carpeta de la financiación. El mismo presidente de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, no quiso ni entró a negociar los del 2025 por la falta de avances en este sentido, aunque sí que ha acordado con el Govern varios suplementos de crédito para poder incorporar 4.000 millones a las cuentas prorrogadas. Habrá que ver si para este curso político es posible una negociación con los socios de investidura para unos nuevos presupuestos.
ERC ya ha avisado de que no se sentará en la mesa de negociación para las cuentas de la Generalitat hasta que haya concreciones significativas en la financiación singular. En la Comisión Bilateral del 14 de julio, Govern y Estado certificaron un acuerdo sobre la financiación singular sin concreciones ni calendario para la gestión de los impuestos por parte de la Generalitat. Unos días más tarde, el president Illa aseguró que en el 2028 se podrá hacer la gestión entera del IRPF a través de la Agencia Tributaria Catalana (ATC). Y precisamente, este martes, en la primera reunión del Consejo Ejecutivo después de las vacaciones de verano, el Govern aprobará un decreto para adaptar el ATC a los nuevos requerimientos para el despliegue de la hacienda catalana.
Todavía no se ha entrado a negociar sobre las grandes cifras de la financiación singular. Es decir, de un lado, el importe que la Generalitat tendría que pagar al Estado por los servicios prestados y, por otra parte, la aportación de Catalunya a la solidaridad con el resto de comunidades autónomas. El Govern dice que está a la espera de que el Estado diga cuántos recursos pondrá de más al nuevo sistema de financiación y en septiembre está previsto que se haga público el informe de los expertos que tiene que definir cómo se calcula la solidaridad.