El Ayuntamiento de Girona suspende los conciertos de Fires y las tradicionales barracas por motivos de seguridad después de los disturbios que ha vivido la ciudad. La alcaldesa, Marta Madrenas, dice que ha tomado la decisión por "responsabilidad" y "sentido común", porque en un espacio donde por las noches llegan a congregarse hasta 20.000 personas, "cualquier incidente podría desencadenar situaciones muy complicadas".
Madrenas admite que los jóvenes serán los más afectados, pero dice que intentarán concentrar todos los conciertos más adelante, en otro fin de semana. El consistorio estudia trasladar ahora los puestos de artesanía a la zona de La Copa, para evitar que el espacio quede libre y para que sirvan de "vestíbulo" hacia las atracciones de la Devesa.